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Aunque no pretende ser una muestra antológica, «Once pinturas en La Habana Vieja» hace un breve recuento de las principales vertientes que ha desarrollado el artista en los últimos años. Camejo reúne en el Palacio de Lombillo –Plaza de la Catedral– un grupo de trabajos que responden a esas indagaciones sobre lo urbano que caracterizan su trabajo

Con todos los recursos técnicos, al estilo de los alquimistas del Renacimiento, Camejo explora, indaga en la composición, busca acentuar puntos focales. En esta búsqueda constante está el mérito de su trabajo.

«Once pinturas en La Habana Vieja» es el más reciente proyecto expositivo de Luis Enrique Camejo, a propósito del lanzamiento del volumen XIII, no. 3 de la revista Opus Habana, editada por la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Aunque no pretende ser una muestra antológica, «Once pinturas…» hace un breve recuento de las principales vertientes que ha desarrollado el artista en los últimos años. Camejo reúne en el Palacio de Lombillo –Plaza de la Catedral– un grupo de trabajos que responden a esas indagaciones sobre lo urbano que caracterizan su trabajo. «Ciudades donde la tempestad ha estallado o es inminente, bañadas por luces inciertas que esconden tanto como muestran, empapadas en diluvios grises y monótonos, cruzadas por vehículos graves y solemnes, con el porte intimidante de buques fantasmas» (Antonio Eligio Fernández, 2008).
El recorrido de Camejo nos lleva, como curiosos espectadores inmersos en la cotidianeidad, a diferentes ciudades. Principalmente La Habana, a la que ha dedicado la mayor parte de su producción artística; aunque no es la única, porque su interés por la trama urbana y sus conflictos, sus gentes, sus ambientes y sellos distintivos nos ha permitido «visitar» ciudades tan disímiles como Madrid, París, Beirut, Zürich, Panamá, y más recientemente Miami y Shenzhen (China).
En esta oportunidad, el pintor ha querido mostrarnos principalmente La Habana a través de sus rincones emblemáticos; en especial desde la serie dedicada al Malecón, con las piezas Estudio para tsunami no. 1, 2007, El malecón, 2011 y Cadenas, 2010.
Estudio… nos atrapa en el paisaje enigmático de las olas sobresaliendo el muro e inundando las inmediaciones bajo la atenta mirada de transeúntes que contemplan impávidos todo lo que acontece a su alrededor, teniendo como testigo de este espectáculo sobrecogedor el monumento al prócer. En Cadenas la lluvia obliga a usar paraguas y caminar deprisa, y a los pescadores salir a la mar en espera de abundante pesca. El malecón, que forma parte de la colección de la Oficina del Historiador de la Ciudad, presenta la lluvia y los tonos grises recurrentes en la paleta del pintor. En estas, como en todas las obras que componen la exhibición hay una presencia intencionada del monocromatismo para acentuar la carga sicológica de las imágenes aparentemente contemplativas, que impactan nuestras retinas. Se evidencia un marcado propósito de no quedar inmunes ante un suceso al parecer cotidiano y estéril. Con todos los recursos técnicos, al estilo de los alquimistas del Renacimiento, Camejo explora, indaga en la composición, busca acentuar puntos focales. En esta búsqueda constante está el mérito de su trabajo.
Bicicletas azules, 2010, es una pieza de gran impacto visual por el uso del color en la gama de los azules intensos. Ahora estamos en presencia de una ambiente europeo, específicamente Zürich, ciudad caracterizada por el uso racional y planificado de las bicicletas como medio de transporte, saludable para el ser humano y el medio ambiente. La bicicleta es un recurso recurrente en las pinturas de Camejo por su sentido de movimiento constante, y como artefacto imprescindible en el paisaje urbano de nuestros tiempos.
Otras propuestas, hasta completar once, componen este armonioso recorrido por el trabajo más reciente de Luis E. Camejo. Al final, anunciando una continuidad en la exploración de nuevas urbes, encontramos dos sugerentes ejemplos de su contacto personal con el arte chino tradicional y sus milenarios recursos técnicos, como resultado de su experiencia en el Instituto de Bellas Artes de Shenzhen, República Popular China.

(Palabras al Catálogo de la exposición «Once pinturas en La Habana Vieja», inaugurada el viernes 16 de septiembre de 2011).

Momentos de la inauguración de la exposición «Once pinturas en La Habana Vieja». En la imagen superior y de izquierda a derecha: Argel Calcines, Editor general de la revista Opus Habana; Luis Enrique Camejo y Sergio López García, artista y curador de la muestra, respectivamente.

 

Sergio López García
Curador de la muestra