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 En vísperas del estreno absoluto en Cuba de La Pasión según San Juan, de Johann Sebastian Bach (Alemania, 1685-1750), la soprano y directora de coros Maria Felicia Pérez adelanta detalles de su montaje.
Directora del Coro Exaudi, Maria Felicia Pérez se une al Conjunto Ars Longa, que dirige Teresa Paz, y a otros músicos invitados de Cuba y el extranjero, todos bajo la batuta del israelí Shalev Ad-El.

Soprano y directora de coros, María Felicia Pérez, concluyó sus estudios de Dirección Coral en la Escuela Superior Franz Liszt de Weimar, Alemania en el año 1980, después de haber realizado sus estudios en Cuba, en los principales centros musicales de La Habana. En 1987, funda el Coro Exaudi con el cual ha realizado numerosas giras internacionales de concierto y ha grabado una considerable discografía, en la que se destaca el CD Música Sagrada de Cuba.
La idea de interpretar La Pasión según San Juan, de J. S. Bach, en Cuba ha sido el fruto de una colaboración fraternal entre María Felicia Pérez (Exaudi), Teresa Paz (Ars Longa) y Shalev Ad-El ¿Ya ustedes han trabajado juntos en el pasado?

Ya nosotros tuvimos experiencias de trabajo anteriores con Shalev Ad-El y con algunos de los músicos que él ha convocado nuevamente para venir a Cuba. En una primera ocasión, fue interpretando —junto al Dorian Consort, de Suiza— algunos villancicos de Esteban Salas.
La segunda vez fue cuando Ars Longa y Exaudi interpretaron, bajo la tutela de Ad-El, cantatas de G. P. Telemann y J. S. Bach durante el Primer Festival de Música Antigua Esteban Salas, trabajo que fue grabado y transmitido en el programa televisivo Bravo.
Estos encuentros fueron como el preludio del presente trabajo, pero en realidad es como si hubiéramos saltado dos o tres escalones, porque de las cantatas de Bach a su Pasión según San Juan tuvimos que adelantarnos mucho y crecer en poco tiempo. Nunca antes había trabajado tan profundamente con esta obra, que quisiera interpretar lo mejor posible de manera que sea un estreno memorable en Cuba.

Existen numerosas versiones discográficas de esta obra de Bach, la cual se interpreta por primera vez íntegramente en Cuba. ¿Cuál ha sido el criterio de interpretación que se ha elegido para esta ocasión?

La versión que haremos en Cuba será muy parecida a la dirigida por Shalev Ad-El en 2000 durante el Festival de Brezice, Eslovenia, en ocasión del 250 aniversario de la muerte de Bach. Se trata de una versión imbuida en los criterios más actuales de la interpretación de la música antigua y particularmente de la obra de Bach. He estudiado cuidadosamente la grabación que me enviara Shalev, de manera que todos estemos de acuerdo en un mismo criterio interpretativo de la obra.

Como directora coral, ¿cuáles son los retos que has debido enfrentar en el montaje de esa obra monumental?

Yo te diría que son muchos los retos. Retos musicales en primer lugar, pues es una obra de una extensión enorme: La Pasión tiene 68 partes y dura dos horas aproximadamente.
El trabajo del coro es muy minucioso, pues éste funge como un personaje que refuerza dramatúrgicamente la narración o encarna a los personajes colectivos: los discípulos, la multitud... A ello se suman los «corales», utilizados por Bach para los textos reflexivos, escritos por el libretista y que no forman parte del texto bíblico que narra la pasión de Cristo según el evangelio de Juan.
Otro reto es el empleo del idioma original: el alemán, que nosotros como hispano parlantes no tenemos facilidad para pronunciarlo correctamente. Yo tuve la suerte de haber estudiado en la antigua RDA —República Democrática Alemana—, conozco bien el idioma, he cantado mucho en alemán, pero aún así para mí es difícil, pues tengo que cuidar hasta el más mínimo detalle tratando de pronunciar lo más parecido posible a una persona que hable alemán como lengua materna. Eso exige no sólo cuidar el timbre y color de las vocales, sino lograr la pronunciación de consonantes seguidas, algo a lo que no estamos fonéticamente acostumbrados. Hay muchos sonidos en el alemán que nosotros no tenemos en el idioma español, y por tanto se nos hace difícil pronunciarlos correctamente mientras cantamos.
Exaudi tuvo la oportunidad de cantar en alemán cuando interpretamos los 18 valses de amor de Brahms, Opus 52. Y aunque se trata de otro estilo —pues Brahms pertenece al romanticismo y se acompaña con piano—, de todas formas nos sirvió de mucho, porque el coro ganó en conocimiento de la fonética alemana.
Otro tema son los tiempos. El tempo de la obra, en general, y de los allegros, en particular, son muy rápidos, muy activos… su articulación es muy corta. Contrariamente, en el coro Exaudi estamos acostumbrados a cantar a capella, utilizando el legato como articulación fundamental. De ahí que sea un tremendo reto el abandonar este último recurso y cantar de una forma a la cual no estamos habituados.

Te has referido antes al trabajo minucioso de Bach con los coros. Podrías ahondar aún más en las relaciones que él establece entre la música y el texto…

En los coros de La Pasión…; Bach utiliza muy poco texto. Con carácter motívico, éste se repite una y otra vez para subordinarse a una factura polifónica que emplea tanto el fugado como la fuga propiamente dicha.
Los corales, en cambio, poseen mayor texto en forma estrófica. Éste es más reflexivo, más introspectivo… su tempo es más lento, más calmado. Aunque hay que prestar atención al trabajo con el texto en toda la obra, en los corales debe hacerse mayor hincapié, pues hay que marcar bien las diferencias, las acentuaciones...
He tratado de explicarle al coro cada palabra acentuada a qué obedece; qué valor dramatúrgico posee en su contexto. En la escuela de Weimar aprendí que los alemanes trabajan mucho el texto y el valor de una palabra dentro del contexto. Es decir, se ha prestado tanta atención al acento musical como al acento fonético, al silabeo fuerte…, trabajo que es diferente a lo que siempre hacemos.
En la parte de soprano, los corales poseen un tema melódico que se repite de manera recurrente, con algunas diferencias rítmicas de acuerdo con el texto, pero armonizados cada vez de forma distinta. A veces, para variar los corales, Bach modifica los recursos imitativos, y otras, el modo (mayor o menor).

Tengo entendido que Shalev te ha pedido la interpretación de una de las arias. ¿Quiénes interpretarán el resto de las partes solistas de La Pasión…?

Tanto Teresa Paz —directora de Ars Longa— como yo cantaremos arias de soprano, mientras que Adalys Santiesteban (también de Ars Longa) cantará dos arias de contralto. El personaje del Evangelista será interpretado por Anders Jeker Dahlin, un tenor suizo que se ha especializado en este papel; la parte de Jesús estará a cargo de Elier Muñoz, cantante Ars Longa, y el bajo japonés Yoshitaka Ogasawara hará el resto de los solistas masculinos.

¿María Felicia, qué representa para ti profesionalmente asumir este reto en la madurez de tu exitosa carrera artística?

Celebro que me hayan invitado a participar en este concierto, que haya tenido la oportunidad a estas alturas de mi vida de hacer esta obra en Cuba, con músicos cubanos y extranjeros; de aprender, porque yo siempre digo que cada día se aprende de todo lo que uno hace, de los demás… y yo considero que debo seguir aprendiendo.
Claro, el tema, el barroco, Bach, mi estancia en Alemania, el hablar alemán, saber lo que estoy diciendo… eso trato de transmitirlo al coro, y yo creo que —en buena medida— se va logrando.
Siempre hay que beber de las fuentes primeras, y yo pienso que Bach es un compositor extraordinario en la historia de la música, y que hay que ir hacia él para poder interpretarlo genuinamente frente al público cubano. No es que en Cuba no se conozca a Bach, sino que su obra vocal ha sido la menos difundida, así que nos corresponde el deber de cantarlo en nuestra tierra.



(Entrevista transmitida en vivo en la revista Del arte eterno de la emisora CMBF Radio Musical Nacional.)