Abogada y maestra, Carilda Oliver Labra siempre encontró en la poesía el cauce ideal para conducir su vida. Con la antología Error de magia, ha visto consumado el sueño de reunir cincuenta años de creación poética, que equivale a decir de prácticamente toda su existencia.
 No hay plaza de la Habana Vieja donde –de una forma u otra, conservada en piedra– no hay un poco de la energía de este hombre. Pocos como él conocen las intimidades de la parte más antigua, que decide revelarnos con el recato de quien descubre a un ser amado o su propia persona.
 Sobreviviente de una estirpe de libertadores, músicos, pintores, poetas y santos, Dulce María Loynaz (Premio Cervantes, 1992) concedía cada día menos entrevistas.
 A veces críptico, siempre inconmesurable..., Alfredo Guevara respondió por escrito, pero no escatimó tiempo y lugar para enriquecer con su voz ese intento de conversación silenciosa que subyace en todo cuestionario.