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La Feria Internacional del Libro 2018 vuelve a agasajar a uno de los cubanos más importantes de la historia actual del país: el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler. El Pabellón Cuba de la Rampa capitalina fue el escenario para la presentación de dos títulos que resumen su trabajo más reciente, desde su oratoria, pensamiento y acción. Ediciones Boloña, se encargó de llevar a la luz Cuba, prendida del Alma y Nuestro Amigo Leal.

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La Feria Internacional del Libro 2018 vuelve a agasajar a uno de los cubanos más importantes de la historia actual del país: el Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler.
El Pabellón Cuba de la Rampa capitalina fue el escenario para la presentación de dos títulos que resumen su trabajo más reciente, desde su oratoria, pensamiento y acción. Ediciones Boloña, se encargó de llevar a la luz Cuba, prendida del Alma y Nuestro Amigo Leal.
El primero de ellos reúne intervenciones recientes del Director de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales cubanas, desde 2015 hasta el presente. Tan recientes son que el título cerró con algunos de los discursos de Leal relacionados con la escultura ecuestre de José Martí en la capital cubana.


La presentación estuvo a cargo de Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca Nacional de Cuba, quien señaló que desde el título el libro habla de la profunda vocación patriótica de su autor. «La obra de Eusebio está escrita con el corazón y con el conocimiento universal. Logra que cada día seamos más cultos y tengamos una pasión por Cuba y nuestra cultura», señaló. Así lo confiesa la dedicatoria: A Cuba, con el amor y la gratitud.
«Cuba no es un pedazo de tierra sino los hombres y mujeres que han construido su cultura, historia; aquellos que le han dado su olor, sabor y color (…) En la obra de Eusebio está ese componente humanista que se refleja en su patriotismo», dijo el también Premio Nacional de Historia.
El volúmen «conmina a asumir y perpetuar el culto a nuestra tradición ética, a los símbolos nacionales, los padres fundadores, el sentido del deber y de la gratitud, valores y principios que han de ser irrenunciables», destaca Boloña en la nota de contracubierta.
Así coincidió el académico en su presentación: «Este libro es esencialmente ético. Un discurso que se ve a lo largo de los trabajos: la ética necesaria para actuar en consecuencia y obligación patriótica. (…) Los textos originalmente no están elaborados para un extraño, brotan hacia el lector desde los recursos, documentos, relatos, situaciones que conformar ese imaginario colectivo importante (…) que se construye solo siendo fieles a las ideas que dieron lugar al patriotismo. Eusebio contribuye a ese imaginario colectivo que debemos compartir, imaginar, que es la base para que continúe siendo colectivo».


De izquierda a derecha: Themis G. Ojeda, diseñadora de Cuba, prendida del alma; el historiador Eduardo Torres Cuevas; el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler; Mario Cremata Ferrán, director de Ediciones Boloña; Abel Prieto Jiménez, Ministro de Cultura; y Joyce Hidalgo, diseñador de Nuestro amigo Leal.
«Cuba, prendida del alma» es un hermoso, y valioso volumen. Completan la perfección la compilación y edición de Mario Cremata Ferrán, Director de Ediciones Boloña; el diseño de Themis G.Ojeda, y la foto de carátula de Néstor Martí, quien recoge la silueta del Apóstol de Ann Hyatt Huntington con un haz de sol que sale de su pecho.
Pero el regalo más grande está en las palabras que atrapan sus páginas, en el modo en que el Historiador de La Habana, a decir de Torres Cuevas, «encuentra las imágenes y las formas de decir y hacer sentir más sublimes (…) Es un orgullo tener en mi generación, en la de nuestros hijos y nietos, a un hombre como Eusebio Leal».
Así tituló la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, el breve relato que dedicó a su amigo, «particular y brillante protagonista de la cultura cubana en las últimas décadas». Como ella, casi un centenar de personalidades de las artes, las letras, la cultura de Cuba y el mundo, reconocen a este amigo plural de todo cuanto es bello y valioso.
La presentación de este segundo volúmen estuvo a cargo del Ministro de Cultura Abel Prieto Jiménez, quien relató la sensibilidad y particularidad que emana de este libro de muchos autores. «La idea nació con la pregunta de qué regalo hacerle a Eusebio Leal en su 75 aniversario, y las cinco décadas de al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana».
Desde el prólogo, a cargo de Cremata Ferrán, el volumen de más de 300 páginas se define «como un abrazo múltiple de gente que admira a Eusebio, una urdimbre de afectos». Sobre este discurso, el miembro del Consejo de Ministros compartió con los presentes fragmentos de este texto coral; retazos de opiniones, anécdotas e historias que construyen al mismo hombre.


Recordó entonces a Fina García Marruz – quien también entregó sus impresiones para la edición del texto – cuando la intelectual dijo de Leal Spengler: «Si un día lo olvidarán los hombres los recordarán las piedras».
Por su parte, del texto del músico y compositor cubano José María Vitier, escogió el momento en que se refirió a la labor del Historiador frente a la Habana Vieja, que «merece un lugar en las gestas de nuestra patria. Una reconstrucción no sólo en el ámbito material, pues sorprende aún más la profundidad de esa refundación espiritual que late en cada espacio rescatado de la desidia y el olvido (…) Eusebio ha repensado la ciudad como un organismo vivo».
Los mensajes incluidos en Nuestro amigo Leal resaltan además su estatura universal indiscutible. Así aseguran las hermanas Claudia y Germaine Gómez Haro, de la Casa LAM de México, cuando dicen que logró que en el contexto internacional del patrimonio histórico monumental, La Habana es una joya única y peculiar. «Se puede hacer una inversión de esta índole sin vender ni privatizar».


Por su parte, Graziella Pogolotti enfatiza el vínculo de Leal con la gente más humilde, y dice: «Con su palabra exaltada Eusebio ha removido conciencias porque ha trabajado en las cercanías de los hombres, mujeres, niños y ancianos mientras restauraba los tesoros de la ciudad. (…) Muchos testimonios reafirman una idea, que aunque parezca obvia, hay que repetirla: La obra de Eusebio está inscrita indeleble en la historia de la cultura y la nación cubana (…) Merece un lugar junto a los fundadores espirituales de la patria».
Los testimonios del libro dialogan de una manera muy personal con el Historiador de la Ciudad de La Habana, con el intelectual, el amigo; lo reconocen como un visionario, un patriarca y refundador, un cubano extraordinario y universal, soldado de ideas martianas y fidelistas. Reparan al unísono en la dimensión humana y espiritual de su trabajo.
Y así se descubren en el texto, por mencionar algunas, las voces de Araceli García Carranza, Leo Brouwer, Reinaldo Gonzáles, Liuba María Hevia, Raída Mara Suárez, Miguel Barnet, Roberto Fernández Retamar, Marta Rojas, Carilda Oliver, Frei Beto, Vitorio Garatti, Ana Cairo, Ambrosio Fornet, Jaime Ortega, Antón Arrufat, Natalia Bolívar, Silvio Rodríguez… Historiadores, músicos, museólogos, críticos de arte, escritores cubanos, arquitectos, artistas e intelectuales. Figuras imprescindibles de la revolución y la cultura, admiradores de Cuba y el mundo, muchos de ellos presentes en el Pabellón Cuba esta mañana de viernes.


«Mientras se lee este libro, el lector va componiendo un rompecabezas que nos devuelve a un hombre admirable por muchas razones, merecedor de múltiples abrazos», destacó el Ministro de Cultura.
Como una lucha contra la barbarie y por cultivar la belleza resumió Mario Cremata Ferrán, compilador de los testimonios de Nuestro amigo Leal. En los minutos finales de la presentación dual, y sin mucho que agregar ante tantas muestras de afecto y admiración, el Historiador de la Ciudad agradeció el gesto perenne, y sentenció que en su quehacer nunca ha estado solo, ni siquiera en las más difíciles batallas. «Pertenezco a una generación ávida de justicia y de conocimiento. La cultura es la fuente salvadora», concluyó envuelto en un eco de aplausos.


Thays Roque Arce
Habana Radio