En el eterno «baúl kafkiano» –citado por Lezama Lima– guarda Chinolope miles de negativos con las fotografías hechas a sus contemporáneos. Muchos de los retratados no las han visto, pero todos ansiamos que esas imágenes se conserven hasta que decida imprimirlas para regocijo de la memoria visual cubana.
 Al corporizar de manera genuina las deidades del panteón yoruba, este artista cubano transmite en sus obras una sensación de armonía entre arte, naturaleza y vivencia espiritual.
 La teología protestante no admite la confesión como acto de culto, pero nada impidió que Rafael Cepeda Clemente confesara algunas intimidades como acto de comunicación en esta entrevista concedida a Opus Habana en 1995.
 Sobreviviente de una estirpe de libertadores, músicos, pintores, poetas y santos, Dulce María Loynaz (Premio Cervantes, 1992) concedía cada día menos entrevistas.