Hace seis décadas, el pueblo de Estados Unidos cuenta con una escultura ecuestre del Héroe Nacional José Martí, un regalo de Cuba en los años de la República como símbolo de amistad entre ambas naciones. La réplica de aquella que permanece en el inicio de la Avenida de las Américas del Parque Central de Nueva York, arribó a La Habana el 3 de octubre.

Por su contribución al rescate de la historia, en nombre del Rey de España Felipe VI, fue entregada al Doctor Eusebio Leal Spengler la Gran Medalla de la Orden Isabel La Cátolica, este miércoles 6 de septiembre, en el Palacio del Segundo Cabo de la capital habanera. El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis Quecedo, quien realiza una visita oficial a Cuba, condecoró al Historiador, del cual reconoció su labor en la restauración del Centro Histórico de La Habana, salvando así cinco siglos de historia.

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Real Decreto 475/2017, de 5 de mayo, por el que se concede la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al señor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana

Visiblemente emocionado, Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, recibió el miércoles 7 de junio la Réplica del Mallete Martiano otorgado por el Consejo Nacional de la Unión de Juristas de Cuba, en presencia de José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

El Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, ha sido merecedor de la Orden Carlos J. Finlay por sus aportes a la educación, la cultura, la salud, la literatura y la comunicación social. La entrega de esta distinción tuvo lugar en ceremonia solemne en la Academia de Ciencias de Cuba el 21 de enero donde además, fueron reconocidos 29 científicos y el Centro Nacional de Toxicología con resultados de relevancia en instituciones de investigación de las provincias de La Habana, Pinar del Río, Mayabeque, Matanzas y Santiago de Cuba. Leal Spengler, en nombre de los condecorados, profundizó sobre la necesidad de conservar las fuentes históricas y sugirió que la tarea fundamental de la Revolución es fijar esa memoria.