En homenaje al aniversario 157 del natalicio de José Martí, quedó inaugurada este martes 26 la exposición «Desvanecer el lunar negro» en la Galería L del Edificio Mella en el Vedado. Auspiciado por el proyecto martiano de artes plásticas Ojos de América, la muestra agrupa obras de los artistas Osmani Bentancourt, Vicente R. Bonachea, Kamil Bullaudy, Julio Díaz Fleitas, Rafael González, William Hernández, Esteban Machado, Lorenzo Santos (Losama). Como peculiaridad se exhibe la pieza José Martí realizada por el insigne pintor Carlos Enríquez (1900-1957), correspondiente a la colección de la Fragua Martiana.

Para José Martí se hace esta exposición. No es la primera ni será la última. Hace ya más de un lustro que el que escribe estas líneas convocó a un grupo de pintores para rendirle homenaje al Apóstol… Ahora son ellos los que me convocan a mí. Nada mejor ni más justo. La simiente ha prendido, el número va en aumento. En el 157 aniversario del nacimiento de nuestro Héroe Nacional, están con nosotros Vicente Bonachea, Lorenzo Santos (Losama), Julio Díaz Fleites, Kamil Bullaudy, Leonardo Cuervo, Alejandro Machado y William Hernández. Todos, sin excepción, han asumido desde sus respectivas poéticas visuales el asunto martiano, conscientes de la responsabilidad que entraña rendirle tributo a quien un día escribió: «Pocas dichas hay como las de hallar mérito superior en un hombre que ha nacido en nuestra tierra, porque el placer de amar el mérito es más vivo cuando nos viene de quien padece de nuestra propia humillación, y con su valer nos la levanta y redime».
En esta ocasión, tales palabras parecen invertirse, porque son los pintores arriba relacionados los que hayan mérito superior en la obra de nuestro Hombre Mayor. Una exposición que aspira interpretar el sentir y el decir de José Martí desde nuestra problemática epocal y la propia de los expositores, no podía concebirse de otro modo. La diversidad en la unidad, es su divisa. Y es que algunas de las tendencias que hoy asisten a nuestro ámbito plástico, aquí se ponen de manifiesto a partir de una temática tan particular como relevante, siempre apta para asumir el presente como continuidad del pasado, y el mejor pasado como factor de legitimación de lo nuevo.
El icono de mayor trayectoria en la historia de la cultura visual nacional, sigue siendo todo un reto. El aceptarlo, es el primer valor a reconocer en estos artistas. En ellos, el supuesto eclecticismo se torna voluntad de vida, posibilidad de elección, y la imagen resultante de tal diversidad concluye por abrevar en una espiritualidad que tiende a construirse sobre la base de la imaginación y la libertad creadora. En este estado de creación la crisis no es justificación para el escape, sino posibilidad para el cambio. A todo lo cual se suma un nuevo atractivo, digamos mejor, un nuevo aliciente: la presencia de Carlos Enríquez como artista invitado. Su José Martí, concebido a mediados de los cuarenta del pasado siglo, y aún hoy casi desconocido del público, aun cuando lleva expuesto más de un decenio en la Fragua Martiana, concluye por hacer de esta exposición y de quienes en ella exponen, el mejor referente para nuevos empeños, en un tema que no ha dejado de renovarse con el tiempo,  aportándole a la cultura visual nacional verdaderas obras de arte.
Jorge R. Bermúdez
Escritor y crítico de arte.
Palabras al catálogo de la exposición «Desvanecer el lunar negro», inaugurada el martes 26 de enero de 2010, en la Galería L.

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