Con un concierto en el Teatro Nacional en honor a su artífice y principal impulsor, concluye hoy el III Festival Leo Brouwer de música de cámara, que tuvo como escenario al Centro Histórico.

En el contexto del III Festival Leo Brouwer de música de cámara, sobresalió una conferencia sobre la trayectoria vital del maestro y compositor José Ardévol, una de las figuras homenajeadas en el evento.

El III Festival Leo Brouwer de música de cámara propuso una aproximación al legado de José Ardévol, en el centenario de su nacimiento, no sólo mediante la interpretación de algunas de sus composiciones, sino también con un reflexivo acercamiento a su vida.
Y es que Ardévol (Barcelona, 1911- La Habana, 1981) es prácticamente un desconocido para las actuales generaciones de cubanos. Salvo para algunos enterados del ámbito de la música del siglo XX, antiguos discípulos y, en el mejor de los casos, alumnos de nuestras academias en esa especialidad, su nombre poco o nada dice.
Todo hace indicar que esta certidumbre animó al maestro Leo Brouwer, natural enemigo de la desmemoria, a consagrar un espacio de su Festival a ponderar la impronta de quien tanto hizo por la cultura cubana.
De tal suerte, en el concierto inaugural (dedicado a él y otros tres grandes músicos catalanes) se pudo escuchar su Concierto No. 2 para seis instrumentos de arco, y otro momento estelar lo constituyó la conferencia José Ardévol, una vida para la música cubana, que tuvo lugar en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
Partiendo de la auto-periodización a que el propio compositor sometiera su obra, la musicóloga Nisleidys Flores Carmona emprendió un recorrido exhaustivo por las etapas de su proyección artística y composicional, que incluyó la audición de algunas de sus piezas.
La también profesora del Instituto Superior de Arte (ISA) destacó el que un español de nacionalidad y formación, cuyas primeras partituras -marcadas por la influencia de Scarlatti, Debussy y Stravinsky- corresponden a los años veinte, a partir de su llegada y asentamiento definitivo en Cuba en 1930, se interesara por asumir los códigos estéticos del afrocubanismo, tendencia que encabezaban Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla.
Esa voluntad donde se mezclan lo cubano y lo español, que recorrerá todo su catálogo, le inclina a una transición hacia el neoclasicismo, período que coincide con la década de los años cuarenta, la más prolífica de su trayectoria, donde su compromiso con el magisterio y la formación de nuevos valores desemboca en un empeño singular: el Grupo de Renovación Musical (1942-48), que reunió a una docena de alumnos del Conservatorio de La Habana.
Sin embargo, su faena no puede circunscribirse a las facetas de creador y educador, sobre todo después de 1959. Además de Director Nacional de Música (1959-65), presidente de la Sección de Música de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (1971) y decano-fundador de la Facultad de Música del ISA (1976), resulta meritorio su trabajo como historiador y crítico, principalmente en órganos de prensa no especializados como son los periódicos Revolución y La Calle.
La sostenida labor de José Ardévol en pro de nuestra música, sin dudas le reservó un espacio dentro de la cultura cubana. Con semejante aval, el olvido hacia su persona se torna injustificable.




Arriba, público asistente a la conferencia José Ardévol, una vida para la música cubana, a cargo de la musicóloga Nisleidys Flores Carmona (debajo), en el aula Emilio Bacardí del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. En la imagen derecha, el eminente músico y compositor a quien se rindió homenaje.

Mario Cremata Ferrán
Opus Habana

Comentarios   

Javier
0 #1 Javier 12-10-2011 21:47
Muy interesante y amena me pareció la conferencia sobre José Ardévol. Confieso que hasta ese momento era yo un desconocedor de la obra de este catalán-cubano, pero la maestría con la que la conferencista supo llevarnos por las distintas etapas del quehacer de Ardévol como compositor me atrapó al instante. Me sentí viajando en la historia junto al Grupo de Renovación Musical o participando en alguno de los tan polémicos conciertos dirigidos por Ardévol.

Quisiera agradecer de esta manera a los organizadores del III Festival Leo Brouwer y en especial al maestro Leo Brouwer, y felicitar a la musicóloga Nisleidys Flores por su muy acertada presentación.
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