Un nuevo aniversario del Día del Barbero y el Peluquero fue celebrado con un corte simultáneo de cabello en la Plaza Vieja. El 27 de diciembre pasado alrededor de 193 barberos y peluqueros convirtieron ese espacio de la ciudad en un atípico salón de belleza. Ese día se conmemora el natalicio del barbero Juan Evangelista Valdés Veitía (1836-1918), a quien rinde homenaje cada año el gremio de los fígaros cubanos.
En el Día del Barbero y el Peluquero varios fígaros pelaron al unísono en la Plaza Vieja. Ellos trastocaron «los espejos de sus salones por las varias fachadas de este perímetro; los sillones por otras sillas; los mosaicos del piso por adoquines...».

 
 Un total de 193 barberos y peluqueros se dieron cita en la Plaza Vieja del Centro Histórico para pelar al unísono, el 27 de diciembre de 2006: en nuestro país, Día del Barbero y el Peluquero.
Este corte simultáneo de cabello fue coordinado por el Proyecto Artecorte, el cual se ha consagrado en fomentar una importante colección de objetos antiguos sobre el oficio de la barbería: navajas, tijeras, frascos, espejos, sillones, fotografías... En su sede –Salón Artecorte, ubicado en Aguiar 10 entre Peña Pobre y Avenida de las Misiones– se halla la génesis de lo que será el primer Museo de la Barbería y la Peluquería de Cuba.
La Plaza Vieja del Centro Histórico en días recientes se transmutó en un gran salón de belleza con la presencia de unos 193 barberos y peluqueros. Se congregaron el 27 de diciembre de 2006 en esa zona de la ciudad para festejar una fecha significativa en su labor profesional: el Día del Barbero y el Peluquero, que en nuestro país, se celebra hace aproximadamente seis décadas.
Este encuentro tuvo la finalidad de reunir al mayor número de barberos y peluqueros cubanos para protagonizar un corte simultáneo de cabello en el mismo Día del Barbero y el Peluquero, hecho sin precedentes –hasta donde se sabe– en la historia de la barbería en Cuba.
Previo al corte simultáneo de cabello fueron galardonados tres oficiantes de las tijeras con el Premio Juan Gómez, distinción anual que el Proyecto Artecorte concede a experimentados y destacados barberos y peluqueros. Esta vez Ramón Lara Machín, Alberto Olivero Ramos y Luis Rodríguez Valdés resultaron ser los galardonados con este lauro, que retoma el nombre del español Juan Gómez, médico y cirujano que el 26 de agosto de 1552 recibió una licencia para ejercer de manera única su doble oficio en la antigua villa de San Cristóbal de La Habana, según se sabe por las Actas Capitulares.
 
 Entre las varias personas que fueron peladas a la vez el pasado 27 de diciembre de 2006 en la Plaza Vieja resaltaba esta agraciada pequeñita: un privilegio para la vista, hoy día poco acostumbrada a captar una escena de este tipo, a causa de la inexistencia de salones de corte de cabello exclusivos para los niños.
Pronto el Centro Histórico tendrá uno diferente: un «Barbeparque», una suerte de fusión entre un parque y una barbería infantiles. Los objetos de recreo (canales, columpios...) estarán inspirados con sus diseños en objetos conocidos del oficio de los fígaros.
De igual manera se efectuó el desfile de peinados «Habáname», inspirado en motivos simbólicos de la ciudad (Capitolio, La Giraldilla, El Morro...), el que realzó las maravillas y el arte de la peluquería. En éste laboraron de conjunto Odoiz Parajón Galdiano (peluquero), Ricardo Campins (peluquero), Yaumí Zamora (diseñador) y Jorge Santos (pintor). Y también, un momento inesperado fue la interpretación por el tenor Bernardo Lichilín de una de las partes de una ópera sobre los fígaros.
Seguidamente, la Plaza Vieja se activó con los movimientos de las numerosas tijeras que al unísono cortaron infinidades de cabellos de niños, hombres y mujeres. Así había sido previsto este corte simultáneo de cabello, iniciativa que fue coordinada por el Proyecto Artecorte: consagrado desde hace unos años en el rescate, la salvaguarda y la difusión de aspectos antiguos y contemporáneos del oficio de la barbería en nuestra Isla. Artecorte como proyecto posee una cuantiosa colección de objetos antiguos de barbería y peluquería, los cuales articulan la antesala de lo que habrá de ser el primer Museo de la Barbería y la Peluquería de Cuba. Además, este proyecto histórico-cultural cuenta con el apoyo de la Oficina del Historiador y está adscrito a la Dirección Municipal de Cultura de La Habana Vieja.



En la tarde de hoy la Plaza Vieja del Centro Histórico será el escenario de una actividad de amplia concurrencia. Súbitamente, barberos y peluqueros harán gala de sus habilidades y destrezas con sus habituales instrumentos. A la vista pública este espacio de la ciudad acogerá a unos cuantos de ellos, quienes al unísono pelarán... y pelarán.
 
  Juan Evangelista Valdés Veitía (1836-1918): destacado barbero, poeta, periodista y revolucionario. En su honor existe en Cuba el Día del Barbero y el Peluquero, que se celebra cada 27 de diciembre –desde1947–, día del natalicio de esta figura apenas recordada por la historiografía. Su nombre, al igual que el del barbero-cirujano del siglo XVI Juan Gómez, han sido reivindicados por el Proyecto Artecorte, que encabeza el barbero Gilberto Valladares Reina (Ciudad de La Habana, 1969), Papito. Este proyecto cultural labora en el rescate y difusión de la historia de la barbería y la peluquería en Cuba.
En 1946 se implementó jurídicamente en nuestro país la fecha del Día del Barbero y el Peluquero. Fue una iniciativa que se debió al poeta y también senador Pastor del Río.
Hoy, todos ellos han sido convocados para un récord de corte simultáneo de cabello. A la convocatoria lanzada por el Proyecto Artecorte, todos cuantos hoy están aquí respondieron con pleno entusiasmo. Los barberos y peluqueros que ahora mismo se alistan para iniciar esta demostración simultánea representan simbólicamente a sus colegas de oficio. Porque toda esta multitud pelará a la vista pública en un día muy significativo como este 27 de diciembre: el Día del Barbero y el Peluquero. Esta es la verdadera razón de lo que en minutos tendremos como señal diferente por parte de algunos barberos y peluqueros.
Elegantes, deseosos y muy animados han trastocado los espejos de sus salones por las varias fachadas de este perímetro; los sillones por otras sillas; los mosaicos del piso por adoquines... La plaza de una ciudad en breve será un gran salón: barbería y peluquería a la vez. Iniciativas así se deben al empuje del Proyecto Artecorte, que paso a paso recupera, aglutina y encauza por los senderos de la colectividad aquellos valores mixtos que han distinguido al oficio del corte del cabello en nuestro país. Esta vez se ha preparado algo inusual en el mejor de los días para ellos, porque para Cuba cada 27 de diciembre es especial. Hace ya casi seis décadas que es así para los barberos y peluqueros cubanos. La fecha fue ideada e implementada por un poeta villaclareño, que además de tener un cargo como senador en la Cuba de entonces había cultivado la amistad de un barbero, periodista e historiador, también de Villa Clara. El nombre de ese antiguo barbero apenas se recuerda, sólo la fecha de su nacimiento (27 de diciembre de 1836) ostenta cierta distinción. Fue ésta la elegida para que Cuba tuviese su Día del Barbero y el Peluquero. Se le debe –en parte– a aquel olvidado barbero llamado Juan Evangelista Valdés Veitía (1836-1918). En su honor ha sido convocada incluso esta gala de tijeras, movimientos, aromas, spray...
En breve la plaza mutará en un gran salón. Faltan minutos. Veamos con atención todo cuanto ha de ocurrir un día como hoy.
¡Éxitos y felicitaciones en el Día del Barbero y el Peluquero!


(Palabras leídas al inicio del corte simultáneo de cabello por el conductor de la actividad, el mago Ricardo Trujillo, el 27 de diciembre de 2006: aniversario en Cuba del Día del Barbero y el Peluquero).

Redacción Opus Habana

 

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