Orlando Barroso exhibe en solitario su más reciente producción pictórica, realizada entre 2003 y 2008, bajo el título «Espacio interior», lo que constituye un acicate a su afianzamiento dentro del tejido cultural nacional.
No hay grandes diferencias entre realidad y ficción, ni entre lo verdadero y lo falso.
Una cosa no es necesariamente cierta o falsa, puede ser al mismo tiempo verdad y mentira.
Harold Pinter
Agonía invisible (2004). Óleo sobre lienzo (75,8 x 64,2 cm). |
Orlando Barroso Gónzalez (La Habana, 1974) gradúa en la Escuela Nacional de Arte en 1992 y desde sus inicios profesionales muestra un interés especial por abordar la representación interior del individuo desde una apariencia filantrópica. Esta filosofía de la vida sustenta una expresión pictórica particular, ajena, que compone un universo autónomo en contraste con la configuración del siglo XXI, singularizado por las crisis de valores y los descalabros económicos, torno a los conflictos internos que tienen lugar en su naturaleza humana, expresados con apariciones místicas en las que subyace el contacto con la mixtura de lo sobrenatural y lo onírico. La percepción de este contexto epocal y sus referentes diagramas, coordenadas que le permiten interactuar en un proceso de apropiación, transformación, integración y síntesis de una poética que le otorga a su discurso un sello personal. Rebuscada, profusa, la naturaleza de su arte revela un ser interesado en descubrir la energía que emerge de la historia pasada. Su trayectoria denota un espíritu inquieto, cuya obsesión se aferra en alcanzar las ventajas de los procedimientos de la pintura pura. Aprovecha sus recursos para lograr la calidad de la ejecución apoyado en la concurrencia de veladuras, texturas, pintura por capas, empastes, grises ópticos, efectos de luz y transparencias, creando atmósferas a partir del regodeo en los valores colorísticos y táctiles garantizados por el virtuosismo de la pincelada y el refinamiento pictórico.
Conforma una iconografía particular concebida a partir de una fascinante promiscuidad técnica cuya concepción barroca denota el pensamiento de un ser interesado en explicar los fenómenos del arte desde su melancolía por el pasado, propugnando el culto al óleo para la conquista de sus relevantes aspiraciones visuales. Las claves de su capacidad estética se afianzan en la calidad y limpieza de su ejecutoria, el dinamismo, la variedad temática y la acertada construcción de los personajes a partir de procedimientos complejos de gratos efectos. Acumula información y asimila detalles de complementación y organicidad acerca de temas fascinantes que reclaman su atención y le facilitan la asunción sentimental de criaturas, con poses y vestuarios paradigmáticos, afín a su sensibilidad, en
Rompiendo un pecho de cristal (2006). Óleo sobre tela (95,7 x 86,8 cm). |
Hortensia Montero
Curadora
(Palabras al catálogo de la exposición «Espacio interior», abierta durante un mes en la Casa de la Obrapía).