Imprimir
Visto: 2380

Esta tarde quedó inaugurada en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez, una exposición de grabado organizada por el Estate de Belkis Ayón. Como parte de las actividades que prepara dicha fundación los años alternos al Concurso Nacional de Colografía homónimo —que comenzó en 2013 y tendrá lugar bianualmente en la provincia de Cienfuegos—, la exhibición incluye traer a La Habana las obras del concurso y las exposiciones colaterales más importantes durante el evento. Esta muestra estará a disposición del público interesado hasta el mes de junio en la mencionada institución.

La exhibición incluye tres propuestas: exponentes del I Concurso Nacional de Colografía Belkis Ayón, Muestra Antológica de la Colografía en Cuba y obras de jóvenes grabadores invitados al Espacio Ayón.

 

CONCURSO NACIONAL DE COLOGRAFÍA BELKIS AYÓN

Fue Belkis, con su forma peculiar de enseñar y adentrarse de manera creativa en las infinitas posibilidades expresivas que proporciona la técnica de la Colografía, la que estableció y fomentó de manera muy particular en Cuba, una mayor y activa presencia del grabado dentro de la enseñanza artística y en nuestro panorama cultural.
Como justo reconocimiento a su destacada labor pedagógica, el apoyo brindado a diferentes provincias y su excelente obra gráfica, es que los artistas miembros de la Sociedad Gráfica de Cienfuegos, han propuesto al Estate de Belkis Ayón, la Dra. Katia Ayón y a las diferentes instancias culturales nacionales, la materialización de un Concurso Nacional de Colografía que honre su meritorio quehacer. Este tiene como objetivo fundamental proporcionar un mayor desarrollo de esta técnica en nuestro país, convirtiendo el evento en un encuentro nacional de grabadores, que cada dos años podrán intercambiar técnicas e ideas. Este será un espacio idóneo para el diálogo y la interacción con las propuestas de nues¬tros más jóvenes artistas.
El concurso pretende ser en el futuro uno de los primeros eventos autofinanciables en Cuba.


 
Rafael Cáceres
Director de la Sociedad Gráfica de Cienfuegos

 

NUEVAS CIRCUNSTANCIAS: EXPOSICIÓN COLECTIVA DE GRABADO


La idea de crear el Espacio Ayón, surgió en septiembre del 2009 con motivo de la inauguración de Nkame, exposición antológica de Belkis Ayón en el Convento San Francisco de Asís de La Habana. En esa ocasión, fui invitada por sus organizadores a desarrollar una curaduría colateral, cuyo propósito era realizar pequeñas muestras personales de jóvenes grabadores, de una semana de duración cada una. Con ellas se pretendía, no sólo rendir homenaje a una de las facetas más conocidas de Belkis, la docencia, sino también dar un espaldarazo a la práctica, tan poco visibilizada y demostrar su actualidad y conceptualización, más allá del impecable e incuestionable dominio técnico de sus ejecutores.
Cuatro años después, con motivo del I Concurso Nacional de Colografía Belkis Ayón, se nos da la oportunidad de revivir nuevamente aquella experiencia. Para la ocasión, hemos querido reunir a los artistas que formaron parte de esa primera aventura, ahora en diálogo conjunto, pero defendiendo sus particulares propuestas tanto conceptuales como técnicas. Esta exposición no expone ninguna tesis de fondo, ni pretende buscar tendencias; su interés es el de demostrar la vitalidad del grabado cubano y sus disímiles expresiones y soluciones. Todo esto, sin olvidar el espinoso camino de la producción, impuesto por las inevitables limitantes materiales.
Pero la gráfica contemporánea desafía estas adversidades: las tintas se mezclan, las herramientas se crean. El grabado se desborda de su reducido soporte, se expande, se combina con otras técnicas, se recicla, en fin, surge reinventado. Los artistas presentes en esta exposición son muestra de ese tesón e ingenio, esperamos que estas nuevas circunstancias ayuden a la permanencia de ese espíritu.

 

Cristina Figueroa
Curadora

TEXTURAS DEVELADAS: APUNTES PARA UNA HISTORIA DE LA COLOGRAFÍA CUBANA


Todo futuro necesita de un pasado que le permita erigirse sobre un basamento sólido y asentado. Cuál ha sido la trayectoria de la Colografía cubana; quiénes han sido sus principales exponentes; qué características visuales posee; si se ha desarrollado por núcleos geográficos; o cuántas maneras de abordarla son apreciables en el panorama plástico de la Isla, son algunas de las interrogantes que surgen al tratar de hilvanar la historia de la colografía en Cuba. De ahí, la perentoria decisión de poder develar sus intersticios.
Siguiendo un orden cronológico, y no ciñéndonos únicamente al momento en que a la técnica se le comenzó a conocer como «colografía» propiamente, existen testimonios y obras los cuales evidencian que los artistas Nelson Domínguez y José Contino durante los años setenta incursionaron en modos de hacer muy semejantes a lo que ahora llamamos collagraph. Y las piezas de ambos en ese período demuestran un profundo sentido de experimentación, sobre todo por el uso de objetos adheridos a las matrices para obtener diferentes texturas. No obstante, y aun existiendo un interés experimental, estas soluciones fueron iniciativas ante la carencia de recursos materiales que hubo en aquel momento.
Mientras, en Santiago de Cuba, otro artista incursionaba en las posibilidades plásticas que ofrecía este método aditivo. Es el caso de Raúl Alfaro, quien conoció el uso de la colografía como grabado a través del libro The art of the Print. Masterpieces, history and techniques, de Fritz Eichenberg.
En el año 1979, después de haber profundizado durante algún tiempo en las posibilidades técnicas y expresivas que ofrecía la colografía, Alfaro presenta en el II Salón Provincial de Artes Plásticas de la UNEAC de Santiago una obra hecha con esta técnica. A partir de ese momento, en Cuba comenzó a llamarse a la «colografía» por su nombre; hasta entonces, las obras como las de Nelson o Contino que ya hemos mencionado, se nombraban «experimento impreso» o «técnica mixta».
La década de los noventa para el grabado cubano significó un período de renovación y replanteamientos técnicos y conceptuales. Y precisamente la colografía se convirtió en una técnica «popular» entre un grupo de artistas que la eligieron para desarrollar su obra. Esta condición respondía a dos factores: por las características de su confección e impresión, ofrecía una fácil y segura comercialización; por otra parte, ponía a prueba la versatilidad y creatividad del artista y le permitía producir una obra de calidad, tanto técnica como conceptual. La problemática de las obras en las que prima un sentido eminentemente comercial se extendió a toda la década y hasta la actualidad. Fue en este período que el estatus de la colografía se consolidó, y artistas como Choco (Eduardo Roca), Belkis Ayón y Miguel Ángel Lobaina produjeron intensamente, y construyeron sus discursos casi exclusivamente desde esta técnica.
Sentadas las bases para su práctica, en la primera década del siglo XXI la técnica continuó ganando adeptos, y su participación y reconocimiento en certámenes nacionales como La Joven Estampa y el Encuentro Nacional de Grabado patentizan la fuerte presencia de sus procedimientos en la gráfica cubana actual, y no precisamente en su vertiente más comercial.
La intención de la curaduría de esta exposición ha sido mostrar una panorámica de la producción colográfica de la Isla, desde sus exponentes más sobresalientes. Por ello la selección de artistas y obras responde a un criterio inclusivista fundamentado en los resultados técnicos y estéticos; así, se ha valorado tanto la obra de los creadores que han desarrollado gran parte de su lenguaje dentro de la colografía, como la de quienes, con menor asiduidad, desde su práctica, han propuesto también interesantes resultados.


Gabriela García Azcuy y Sandra García Herrera
Historiadoras de Arte.

 

(Tomado del catálogo Exposiciones organizadas por el Espacio Ayón en la VII Feria de la Estampa, 2013).

 

Imagen Superior: La Consagración I (1991, colografía, medidas del papel y del impreso: 2300 x 3030 mm), Belkis Ayón. Imagen Izquierda: A la altura de estos tiempos II (2013, litografía, medidas del papel: 833 x 590 mm), Orlando Montalván. Imagen Derecha: Solo 1 tiene la verdad, de la serie: «La raíz que no florece» (2012, colografía, edición 2/8, medidas del papel: 600 x 800 mm, medidas del impreso: 470 x 700 mm), Marcel Molina Martínez.