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{mosimage}Una veintena de artistas plásticos cubanos cultores del llamado arte erótico integran la exposición «En el borde» que, inaugurada el 29 de abril en la Galería 1903 del Hotel Palacio O'Farrill, pretende dar una visión sobre las múltiples maneras de abordar el cuerpo humano.
El erotismo se percibe de manera implícita o explícita en la mayoría de las piezas expuestas. Muchas de ellas formaban parte del quehacer cotidiano de los creadores y otras fueron concebidas para este proyecto de arte.

{mosimage}Eduardo Abela, Edel Arencibia, Agustín Bejarano, Vicente R. Bonachea, Zaida del Río, Nelson Domínguez, Roberto Fabelo, Fremez, Luis Grasso, Javier Guerra, Osvaldo Jacinto Lling, Carlos Planas, Cosme Proenza, Rubén Rodríguez, Aziyadé Ruiz, Isabel Santos, Aldo Soler y Roberto Valentín son los autores de las 20 obras expuestas, las cuales –con diferentes técnicas– hacen honor al desnudo.
Nombrado así en homenaje a sus antiguos propietarios, el Palacio O'Farrill posee valores arquitectónicos, elementos de decoración y de ambientación pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX. Funciona como hotel desde noviembre de 2002, después de haber sido restaurado por la Oficina del Historiador de la Ciudad.
{mosimage}En la Galería 1903 del tercer piso de la neoclásica mansión, las obras fueron colocadas armoniosamente en paredes y espacios donde los huéspedes y el público interesado pudo apreciar óleos sobre tela, madera y cartón; tinta sobre cartulina, papel manufacturado, barro cocido y platinado; cera y cristal...
En las palabras para el catálogo, el licenciado en arte Yamel Pérez Tosco recuerda que, aunque el erotismo constituye parte de la naturaleza y está íntimamente unido al sexo, no contempla la reproducción, sino que «sus fines se dirigen al hedoné, al placer por el placer, a la contemplación y el disfrute del cuerpo».{mosimage}Al hablar en la inauguración, Alejandro Machado Font, director de la galería Catálogo, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), consideró que pocas veces se había reunido en un lugar de hospedaje «a tantos buenos artistas representando a una institución y dentro de un proyecto de arte».
Y es que, en su opinión, sin querer ser absolutos, «nos hemos acostumbrado a ver en los hoteles –no sólo de La Habana– un arte de souvenir (si es que arte y souvenir encuentran acomodo)» para ofrecer a quienes nos visitan una imagen, a veces distorsionada, de nuestra producción plástica.
A su juicio, es importante contar con plazas como la Galería 1903 del hotel Palacio O'Farrill que, situado en la esquina de las calles Cuba y Chacón, del Centro Histórico de La Habana, resulta un punto particularmente sensible del turismo en nuestro país.