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 Este certamen premió «aquellas obras que, en cierta forma, encararon el paisaje más como un medio de interpretación e indagación de la realidad, que como una manida forma de presentación de lo bello», al decir del profesor y crítico Jorge Bermúdez, uno de los miembros del jurado.
Dedicado al género pictórico que mejor ha buscado expresar el sentido de la cubanía, el Primer Salón Nacional de Paisaje «Víctor Manuel» concluyó con una exposición de las obras concursantes en el claustro norte del Convento de San Francisco de Asís.

En representación de ese grupo de expertos, el pintor Pedro Hernández —reconocido cultor del paisaje urbano— leyó el acta que recoge los cuatro autores premiados: Lester Campa Melo, Ramón Vázquez León, Diego Torres Rodríguez y Omar Torres López, así como los acreedores de menciones: Eduardo Estrada Roque, Orestes Larios Zaak y Gustavo Días Sosa.
Según Bermúdez, se trató de que —entre las obras galardonadas— estuvieran representadas todas las tendencias, desde las más realistas a las más abstractas, de modo que el Salón se convirtiera en un referente de la vitalidad del género.  De ahí los premios: el paisaje conceptual de Lester Campa (una palma sin penacho, tal vez arrancado por un rayo, pero cuya sombra sobrevive); la línea lírica, bien cromática y fantasiosa de Ramón Vázquez; el realismo de Diego Torres, basado en el recurso de la composición, y el realismo-expresionismo de Omar Torres (palmeras arrasadas que transmiten el estado de desolación tras el paso de un huracán). Hay el propósito de que este Salón adquiera el rango de Bienal y que participen paisajistas de otros países, expresó la pintora Ileana Mulet, también miembro del jurado junto a los ya mencionados Bermúdez y Hernández, así como Marcelino Vizcaíno, Manuel López Oliva, Águedo Alonso, María Milián, Rosa María Jorge y Nieves Machado.
«Será un permanente homenaje a Víctor Manuel (La Habana, 1897-1969), quien fuera el representante más fuerte del paisajismo cubano, pues trabajó tanto el medio urbano como rural y en la serie Gitanas Tropicales incorporó la figura humana al género», expresó Mulet.
El premio consistió en un trofeo diseñado por Douglas Lucas Mederos, y las obras escogidas para la curaduría final, así como las de seis artistas invitados (Águedo Alonso, Pedro Hernández, Ileana Mulet, Ricardo Pérez Chacón, Marcelino Vizcaíno y Carlos Masa) se mantendrán expuestas hasta mediados de marzo en el Convento de San Francisco.