Hasta el domingo primero de marzo estará a disposición del público en la Plaza de San Francisco de Asís, la exposición itinerante «United Buddy Bears». Auspiciada por la ONU y la UNICEF, la muestra forma parte de un proyecto homónimo –interesado en promover la paz internacional– y cuenta con esculturas de osos a tamaño natural. Cada una de ellas representa un estado reconocido por las Naciones Unidas y lleva el diseño de un artista del respectivo país. Entre los osos, también se encuentra uno cubano, creado por la artista Nancy Torres.

A propósito de la exposición, la Oficina del Historiador ha organizado varias acciones culturales durante los meses de enero, febrero y marzo, en las que participarán diferentes segmentos de público.

Hasta el domingo primero de marzo estarán a disposición del público en la Plaza de San Francisco de Asís 140 esculturas de osos de dos metros de altura hechos con material sintético reforzado con fibra de vidrio, con el fin de promover «la tolerancia y la comprensión entre los pueblos, las culturas y las religiones». La idea comenzó en 2001 con la creación del primer oso Buddy por parte del matrimonio alemán de Eva y Kalus Herlitz, con la ayuda del escultor austriaco Roman Strobl. Un año después se concretó la idea de crear el círculo de «United Buddy Bears» que, hasta el momento, ha recaudado más de 2 millones de euros para la UNICEF y otras organizaciones de ayuda para niños.


A propósito de la exhibición, la Oficina del Historiador ha organizado varias acciones culturales, en las que podrán participar diferentes segmentos del público.
29 de enero, 3:00 p.m.: Un amigo nuevo, acción cultural en la que participarán niños de las aulas museo, quienes mediante una actividad de creación plástica podrán hacer nuevos amigos y conocer a los integrantes de otras aulas museos.
Desde el 17 de enero, viernes, 3:00 p.m. y sábados, 10:00 a.m.: Recorridos especiales sobre temas relacionados con esta exposición, a cargo de historiadoras del arte de la Oficina del Historiador.
Mes de enero: Convocatoria abierta para el concurso  Decora tu Buddy Bear (dibujo y pintura), en el que podrán participar todos los adolescentes de entre 12 y 19 años de edad, interesados en representar  a través de la creación plástica la forma en qué decorarían un oso cubano.

La inauguración en la Plaza de San Francisco tuvo lugar en viernes 16 de enero y contó con la presencia de personalidades como Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana y Peter Scholz, embajador de la República Federal mde Alemania en Cuba, quienes también ofrecieron sus palabras para el catálogo de la muestra.

 

Ancestralmente, ante los ojos de los seres humanos, el oso ha encarnado una suerte de fuerza poderosa de la naturaleza, y como tal fue representado en los más recónditos parajes escogidos por las comunidades primitivas.
En este sentido, la victoria del hombre sobre la bestia quedó inmortalizada en las añejas pictografías o petroglifos, a la vez que en objetos manufacturados con huesos y dientes del animal.
Durante el Medioevo no fueron pocos los nobles que lo distinguieron como emblema precioso de soberanía, y muchas ciudades lo colocaron en su simbología heráldica.
La ciudad de Madrid -sede de la Corte española- lo incorpora en su blasón, tomando el fruto del árbol madroño. Con el decurso del tiempo, valdría hacer notar cómo el oso fue perpetuado en el escudo de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, evocación, sin dudas, de la poderosa formación humanística y el conocimiento erudito de la historia alemana en el sumo pontífice.
Algunas especies, como el Panda de China, constituyen verdaderos objetos de culto, sometidos a cuidados excepcionales y disfrutados en parques zoológicos de todo el mundo. Por otra parte, el osezno fue utilizado, además, como «mascota» o amuleto de juegos infantiles, tal vez porque nada representa con más delicadeza la ternura que el oso de peluche colocado en la cuna de un niño.
También Berlín lo hizo suyo... Y por este camino llegamos al año 2002, cuando es escogido el oso como icono para promover la tolerancia, la convivencia pacífica y la unión entre los pueblos, mediante la exposición itinerante UNITED BUDDY BEARS, inaugurada al efecto en la capital alemana.
De tal suerte, y fruto de la iniciativa de la artista de la plástica cubana Nancy Torres, residente allí, Cuba ostenta su Oso Buddy, erguido y singular, deleitándose con un habano.
Traer la exposición a La Habana supone un bello símbolo, no solo de la tan anhelada concordia universal, sino, particularmente, de la amistad entre ambas naciones. Es el testimonio de intensos lazos culturales que fueron enaltecidos en todas las ramas del saber y en los espacios más sobresalientes de la cultura y la ciencia, donde suele tomarse como emblema el legado de una insigne figura: el sabio Alexander von Humboldt (1769-1859), considerado el segundo descubridor de Cuba y autor del monumental Ensayo político sobre la isla de Cuba, obra esencial para la comprensión de la realidad social y política de nuestra tierra.
Por estas razones me complace que acojamos esta muestra de hermandad entre culturas. Seguramente, la conjunción de tan ingeniosos diseños y vastos coloridos será del agrado de nuestros conciudadanos y de quienes, procedentes de otras latitudes del orbe, nos visiten por estos días de gracia.
Deseo expresar mi sentida gratitud a su Excelencia el Dr. Peter Scholz, embajador de Alemania, así como al personal de la misión, quienes con laudable empeño han logrado finalmente favorecer la justa aspiración de que la bella muestra sea vista en las calles y plazas del Centro Histórico de La Habana, Patrimonio de la Humanidad.

Eusebio Leal Spengler,Historiador de La Habana junto a Peter Scholz, Embajador de la República Federal de Alemania en Cuba el viernes 16 de enero junto a la exposición «United Buddy Bears». 


Eusebio Leal Spengler,
Historiador de La Habana.

 

El escudo de Berlín, la capital alemana, muestra la imagen de un oso. Se entiende entonces por qué, en 2002, cuando se realizó la primera exposición junto a la Puerta de Brandeburgo, se haya elegido precisamente al oso para llamar la atención sobre su carácter conjuntivo de pueblos en los años posteriores a la reunificación alemana. Esto se logró, fundamentalmente, a través del principio de que un artista del país al que cada oso debe representar, asuma el diseño artístico del mismo y que, en señal de unión y comprensión, los osos se cojan mutuamente de las garras.
Así, pues, no hay que asombrarse de que hasta el momento veintiséis exposiciones en los cinco continentes hayan atraído la atención de unos treinta millones de visitantes, de modo que esta presentación, convertida ya en permanente, se ha transformado en un éxito tan inesperado como grandioso. Casi todos los países se sienten representados en la "ronda de los osos" y constituye una fiesta de asombro el reconocer por los visitantes al oso de su país natal.
El concepto filosófico y su inmensa popularidad son también razones de por qué le di tanta importancia a traer la exposición a La Habana en 2015, después de que, durante la Copa Mundial de Fútbol en Río de Janeiro, un público entusiasmado accedió a ella en Copacabana; terminada la exposición en La Habana, a finales de febrero de 2015, continuará su viaje a Santiago de Chile, para posteriormente regresar a Alemania.
Pienso que, de esta forma, la exposición será un gran aporte, eventualmente también emocional, a la promoción, profundización, mejoramiento y ampliación de las relaciones entre los pueblos en general, pero también entre Alemania y Cuba en específico. En este contexto en particular deseo expresar mi agradecimiento a la compañía Buddy Bears S.A., a los muchos patrocinadores de las empresas alemanas, y al Ministerio Federal de Relaciones Exteriores, así como al Gobierno cubano, a las autoridades de la ciudad de La Habana y, sobre todo, a Don Eusebio Leal Spengler y su Oficina del Historiador de la Ciudad, y no solo por la siempre eficiente, amable y constante cooperación que ha habido aquí en La Habana con la embajada alemana, sino también por la generosa puesta a disposición de una de las más distinguidas y sobresalientes plazas de la ciudad, la plaza de San Francisco, durante un considerable tiempo de seis semanas.
Así que estoy seguro de que iniciamos con un buen proyecto común el año en que se cumple el 40mo. aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Alemania y Cuba en 1975, que celebramos este año 2015.
En ese sentido les deseo a todos los visitantes, tanto cubanos como turistas extranjeros, mucho placer en la contem-plación de este espectáculo tan multicolor como multinacional.

Peter Scholz,
Embajador de la República Federal de Alemania en Cuba.

 

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