El concepto de feminidad es un término que se ha usado de forma indiscriminada para hablar de los derechos de las mujeres y las diferentes facetas por las que pasan en la vida. Desde niñas nos enseñan a comportarnos y mantener ciertos patrones de conducta que nos llevan a una definición estereotipada. Pero aquí no estamos hablando necesariamente del Segundo Sexo y de Simone de Beauvoir, sino de ser mujer plena y completa, la atención sobre la magnitud femenina que se puede apreciar en la obra de Patssy Higuchi.

Las piezas de esta artista se pueden contemplar en toda su dimensión en la Casa Oswaldo Guayasamín en La Habana y es que su uso de los diversos modelos de identidad a los que como mujeres estamos expuestas, son el motivo de una serie de cuestionamientos que partiendo de su experiencia personal utiliza para elaborar un discurso que da la posibilidad de llamarnos «incompletas» y poder disfrutarlo.


El concepto de feminidad es un término que se ha usado de forma indiscriminada para hablar de los derechos de las mujeres y las diferentes facetas por las que pasan en la vida. Desde niñas nos enseñan a comportarnos y mantener ciertos patrones de conducta que nos llevan a una definición estereotipada. Pero aquí no estamos hablando necesariamente del Segundo Sexo y de Simone de Beauvoir, sino de ser mujer plena y completa, la atención sobre la magnitud femenina que se puede apreciar en la obra de Patssy Higuchi.
Las piezas de esta artista se pueden contemplar en toda su dimensión en la Casa Oswaldo Guayasamín en La Habana. El uso de los diversos modelos de identidad a los que como mujeres estamos expuestas, son el motivo de una serie de cuestionamientos que, partiendo de su experiencia personal, utiliza la artista para elaborar un discurso que da la posibilidad de llamarnos «incompletas» y poder disfrutarlo. Muñecas, torsos, cabezas, partes de un todo, juegos de tazas, libros y más, conforman el gran universo de trabajos que en pintura, grabado, cerámica, fotografía, técnica mixta y collage integran la muestra «Fragmentaria, tomo I».
La recolección de diversos materiales le permiten realizar las obras en lo que Patssy denomina técnica mixta: papel, cartón, tela, botones, hojas, entre otros. Todo ello forma un universo otro que habla de los estereotipos en las mujeres y cómo todavía no podemos desprendernos totalmente. Los modelos que nos impone la sociedad están presenten en sus obras con las cuquitas, muñecas que nuestros padres nos compraban de niñas y en las que podíamos cambiarles el pelo, la ropa y los zapatos a nuestra consideración. Lo que desconocíamos entonces era cómo nos convertiríamos en esas muñecas y nuestros modelos podrían cambiar drásticamente.
Caperucita Roja, Alicia en el país de las Maravillas y Pulgarcita, son algunos de los cuentos infantiles que después de releerlos, desarticula su contenido y los muestra en varias de sus obras, incluidos los libros, arte y la cerámica. Con esta última, las piezas (cafeteras, tazas, cucharas) representan el contenedor de las narraciones. Objetos que se vuelven parte de la vida misma y que tienen la intención de simular cuentos infantiles sin precisamente serlo.
Con cuatro décadas de vida, tres hijos, un esposo y además ser hija, hermana y mujer, la llevan a tomar una serie de circunstancias familiares que la hacen crecer en el reconocimiento personal. Torsos, cuerpos fragmentados, colores brillantes y llamativos forman parte de sus pinturas y grabados que, aunque presentan mucha información visual del mundo, tienen de experiencias propias vividas y de fortaleza. No podemos encasillar a Patssy Higuchi en un género ni en una manifestación. Ella como su obra es fuerte e independiente y su segunda muestra personal en La Habana lo demuestra. «Fragmentaria, tomo I» es parte de la construcción de una estrategia de mostrarse en partes.


Susana García Pino
Curadora

Imagen superior: Obras Soltera, Casada, Viudad y Divorciada (2016) Pintura, acrílico/tela (150 x 150 cm).
Imagen izquierda: Cartel de presentación de la muestra «Fragmentaria, tomo I».
Sobre estas líneas: Arroz con leche (juego de té) (2014) Cerámica de alta temperatura pintada a mano (Tetera: 20 x 23 x 13.5 cm.; tazas: 7 x 13.5 x 9 cm. cada una).

 

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