Por su enorme contribución al estímulo del intercambio cultural y el entendimiento mutuo entre Japón y Cuba, Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, recibió la Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata de manos del Embajador de Japón en Cuba, Masaru Watanabe.

«No es exagerado decir que el intercambio entre Cuba y Japón está en pleno apogeo gracias a su apoyo. (...). Además de restaurar edificios y monumentos históricos, el Doctor Leal, los entreteje con otros de nuevo cuño, algunos con sabor japonés como la estatua de Hasekura, el Planetario y la Casa de Asia», mencionó el Embajador de Japón en Cuba.

Por su enorme contribución al estímulo del intercambio cultural y el entendimiento mutuo entre Japón y Cuba, Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, recibió la Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata de manos del Embajador de Japón en Cuba, Masaru Watanabe.
«Se destaca su gran labor para hacer visible la existencia de una relación estrecha entre nuestros dos países a lo largo de la historia. Y sobre todo, su gran esfuerzo para erigir la estatua del samurái Hasekura Tsunenaga en La Habana Vieja, personaje que marcó el inicio de la historia del intercambio entre Japón y Cuba en el siglo XVII», señaló Watanabe en sus palabras de elogio.
El jefe de la diplomacia nipona en La Habana enalteció la dedicación de Leal para coordinar con éxitos las actividades realizadas en el 2014 con motivo del 400 aniversario del inicio de la amistad entre Cuba y Japón.
Recordó que en 2014 se celebró el 400 aniversario del intercambio entre Cuba y Japón: «durante ese año conmemorativo, el Doctor Leal asumió el cargo de copresidente del Comité Ejecutivo de dicha celebración y se desempeñó con gran éxito coordinando más de sesenta proyectos y programas».
«Sus logros no se limitan a rescatar la historia, sino también a hacerla trascender a nuestros días», continuó el Excelentísimo Señor Masaru Watanabe, al tiempo que recordó el apoyo de Leal en la restauración del Panteón de los descendientes japoneses en el cementerio de Colón, visitado por el primer ministro nipón Shinzo Abe, durante su primera e histórica visita a Cuba.
«No es exagerado decir que el intercambio entre Cuba y Japón está en pleno apogeo gracias a su apoyo. En japonés hay una expresión: “Hilar la Historia”. Además de restaurar edificios y monumentos históricos, el Doctor Leal, los entreteje con otros de nuevo cuño, algunos con sabor japonés como la estatua de Hasekura, el Planetario y la Casa de Asia», mencionó el Embajador de Japón en Cuba, reconociendo el fértil intercambio entre su nación y la Oficina del Historiador de la Ciudad.
«Felicito sinceramente al Doctor Leal y espero que continúe su gran trabajo, y deseo fuertemente que se sigan estrechando los lazos entre Cuba y Japón, aprovechando los cimientos creados por él», expresó al tiempo que colocaba en el pecho del Director de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de la Ciudad, la Orden emitida por el Emperador desde el Palacio Imperial el día 3 de noviembre del 2016.
Por su parte, Eusebio Leal agradeció el otorgamiento de esta condecoración y aseveró que constituye un momento hermoso, pues no solo lo reconoce como el autor de una obra, sino también como representante de la voluntad política del Estado de restaurar el Centro Histórico y conservar la memoria de sus compatriotas.
Leal aprovechó la ocasión para recordar la historia de más de un siglo de la emigración japonesa a Cuba, cuando «en el año de 1614, la gran nación, como ha referido su excelencia, hizo cruzar por el continente americano a su primer emisario».
«Fue realmente un hecho importante, Japón lo reconoce como su primer embajador ante el mundo occidental. Su monumento en La Habana apunta hacia el sol naciente; apunta hacia el océano Pacífico; apunta hacia el país que fue distinguido con ser el primero en ver el sol en el horizonte. Es, sin lugar a dudas, un motivo de especial significación para mí haber contribuido, modestamente, a lo que con generosas palabras su excelencia el embajador ha definido como mi contribución a las relaciones bilaterales entre Japón y Cuba», reconoció el Historiador de la Ciudad.
«Quisiera por ello expresar toda mi gratitud más profunda a Su Majestad el Emperador, al que deseo larga vida. Al mismo tiempo, al primer Ministro, al que tuve el honor de conducir por el Centro Histórico, por haber presentado a Su Majestad, la propuesta de esta hermosa y memorable condecoración», continuó.
La orden del Sol Naciente concedida al Historiador de la Ciudad de La Habana es conferida a aquellas personalidades que han alcanzado logros destacados en las relaciones internacionales, la promoción de la cultura japonesa, los avances en su campo o la preservación del medio ambiente.
«Como Usted, pienso que siempre está en nuestro corazón nuestra Patria amantísima. Hace años aprendí, por unas palabras de Martí, repetidas luego, y evocadas por el Líder de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro que “todas las glorias del mundo caben en un grano de maíz”. En este caso el grano inmenso de maíz contiene, no en su pequeñez, sino en su grandeza, la amistad eterna entre el Japón y Cuba», fueron las últimas palabras del Doctor Leal antes de que la sala de la Embajada japonesa estallara en aplausos.
En la ceremonia estuvieron presentes Homero Acosta Álvarez, Secretario del Consejo del Estado; Yolanda Ferrer Gómez, Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el Dr. Herman Portocarrero, representante de la Unión Europea; Su Santidad Cardenal Jaime Ortega; Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); embajadores y representantes de distintas misiones diplomáticas en La Habana.

 Tomado de Habana Radio.

Imágenes de la ceremonia donde Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, recibió la Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata de manos del Embajador de Japón en Cuba, Masaru Watanabe. Fotos: Magda Resik

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