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El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau –sito en la casa número 63 de la calle Muralla, entre Oficios e Inquisidor, La Habana Vieja– luego de dos años de reparación, reabre sus puertas con nuevas propuestas. Junto a sus proyectos habituales, que por más de veintitrés años ha realizado esta institución, se suma «Abre la Muralla», espacio para el disfrute de las distintas manifestaciones del arte y la literatura; para realización de conferencias, talleres y un amplio abanico de actividades.

  «Al corazón del amigo, abre la muralla». Nicolás Guillén


La casa marcada con el número 63 de la calle Muralla, entre Oficios e Inquisidor, en La Habana Vieja, sede del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, luego de dos años de reparación, reabre sus puertas con nuevas propuestas.
Junto a sus proyectos habituales, que por más de veintitrés años ha realizado esta institución, se suma «Abre la Muralla», espacio para el disfrute de las distintas manifestaciones del arte y la literatura; para realización de conferencias, talleres, en fin, para un amplio abanico de actividades.


María Santucho, coordinadora general del Centro Pablo, explicó a Habana Radio que: «“Abre la Muralla” nace con vocación de servicio cultural, es decir, sin un perfil cerrado, como sí lo tienen otros proyectos de la institución, como por ejemplo: “A Guitarra Limpia”, dedicado a promocionar, por más de veintitrés años, todas las tendencias y generaciones de la trova cubana; o la “Sala Majadahonda”, espacio que ha servido para exponer todo lo relacionado con las artes visuales y sus hacedores. Entre los objetivos de este nuevo espacio multipropósito, está la relación con la comunidad, con la intención de acercar a públicos de todas las edades y de diversos intereses. El mismo puede servir de escenario a agrupaciones musicales de pequeño formato y de diversos géneros; a representaciones teatrales o de títeres para adultos, lectura de poemas, charlas, etc».


Como parte de ese abanico de actividades que propone «Abre la Muralla», tuvo lugar el pasado viernes 13 de marzo «Reencuentros», concierto de lujo, como inicio de la Peña «Entre Nos», que realizará en este espacio –cada dos meses– el trovador Ángel Quintero. En su estreno, estuvieron como invitados: Alejandro García (Virulo), trovador y Premio Nacional de Humor 2014; el trovador Rubén Galindo, que reaparece en la escena cubana luego de una larga estancia de más de 30 años fuera de la Isla, y el poeta y cineasta Víctor Casaus, Director del Centro Pablo.


«Realmente ha sido recordar el inicio, allá por la década del 70 del pasado siglo, cuando aun éramos estudiantes de la enseñanza media y participábamos en los Festivales de la FEEM –expresó Ángel Quintero–. Fue en esa época cuando conocí a un joven larguirucho, que le decían Puchi y que no era otro que Alejandro García (Virulo)». Recordó Quintero que fue en casa de Virulo, donde se reunían cada sábado, «allí tuve la dicha de conocer a Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Sara González, José María Vitier, Vicente Feliú y a Eduardo Ramos. A Rubén Galindo lo conocí en un concierto que realizamos en el Teatro Martí, ahí se sumó un joven que tocaba vigorosamente la guitarra, escribía hermosas canciones y hasta musicalizaba textos y poemas de Nicolás Guillen y Félix Pita Rodríguez, algo inusitado para mí en aquel entonces. Ha pasado el tiempo, cada cual tomó rumbos diferentes y a pesar de la distancia, siempre nos reconocimos, pero lo más importante, seguimos haciendo lo mismo que soñamos hace cincuenta años atrás».


En «Reencuentros», se le cantó al amor, a la vida, a Martí; entre anécdotas de antaño y canciones –quizás poco escuchadas– o clásicos como Solamente una ventana, de Ángel Quintero, Yolanda, de Pablo Milanés o Gracias a la Vida, de Violeta Parra y algún que otro estreno, se unieron amigos como Frank Delgado y Tomas Rivero. Como colofón, la esperada actuación de Virulo, con esas letras inteligentes y cargadas de ese humor cubano tan especial, que hicieron realmente una tarde inolvidable.


«El Centro Pablo ha trabajado por más de veintitrés años a favor de la cultura cubana; durante más de dos décadas, se promovió aquí lo mejor de la Nueva Trova y la Novísima Trova cubana, así como otros proyectos culturales como la Editorial y su Premio Memorias, los eventos de artes plásticas, las Jornadas de Diseño, los Salones de Arte Digital, son innumerables. Hemos realizado y queremos seguir brindando lo mejor para todos, en especial para ese público, que hoy ha abarrotado la sala; que viene; que disfruta y agradece», dijo la periodista Estrella Díaz, especialista del Centro.


Se abrió La Muralla, se abrió este nuevo espacio del Centro Pablo de la Torriente Brau, con absoluta libertad para establecer intercambios creativos desde lo más auténtico de nuestra cultura. Ojalá y con estos nuevos aires del Centro, vuelvan los trovadores a cantar bajo esas yagrumas, los artistas de la plástica a crear con el arte digital o algún poeta a ofrecer su lírica.


Tomado de Habana Radio