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El programa de la velada estuvo dedicado al aniversario 18 de la inauguración de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís como Sala de concierto y Museo de Arte Sacro, y a la memoria del destacado poeta y ensayista Cintio Vitier.

Un concierto de lujo a cargo del pianista José María Vitier y sus invitados, centró este jueves 4 las actividades por el aniversario 18 de la inauguración de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís como Sala de concierto y Museo de Arte Sacro.
Aunque en el programa de la velada —dedicada también a honrar la memoria del destacado poeta y ensayista Cintio Vitier (1921-2009) — estaba prevista la participación del guitarrista Sergio Vitier, una reciente intervención quirúrgica le impidió estar presente físicamente.

 

Sin embargo, no dejó de escucharse un tema antológico de su producción musical: Dos Marinas, que interpretaron su hermano José María (piano) y el violinista Alfredo Muñoz, ambos viejos amigos y condiscípulos en el Conservatorio Amadeo Roldán.
Precisamente, el instrumento que utilizó este último, que data de la Alemania de 1856 y está inspirado en el modelo Stradivarius, perteneció a Cintio, quien antes de brillar como poeta ya era músico, según recordó el anfitrión al leer las palabras que escribiera el gran Juan Ramón Jiménez para el primer poemario de su padre, donde el autor de Platero y yo subraya la exquisita sensibilidad del entonces jovencito de 17 años hacia esas dos manifestaciones: la música y la poesía.
Para esta ocasión el violín, que nunca fue abandonado por su dueño, fue sometido a una primorosa restauración en el Taller de Luthería de la Oficina del Historiador de la Ciudad.


Entre el público asistente al concierto, de derecha a izquierda, Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado; Ana Sánchez Collazo, directora del Centro de Estudios Martianos; la intelectual Fina García Marruz, viuda de Cintio Vitier; Armando Hart, director del a Oficina del Programa Martiano, y el poeta Pablo Armando Fernández.


Vale señalar que la interpretación de la Sonata en La Mayor de Antonio Vivaldi, y la Sonata Op. 24, Núm 5 «Primavera» de Ludwig van Beethoven por el dúo Promúsica —Alfredo Muñoz (violín) y María Victoria del Collado (piano)— trajo gratos recuerdos a la familia Vitier, ya que ambas piezas formaron parte del repertorio con que el padre los deleitaba en la intimidad del hogar.
Como colofón, a Vitier y Muñoz se unió la soprano Bárbara Llanes, en una ejecución conjunta del «Ave María», de la Misa Cubana a la Virgen del Cobre que compuso el anfitrión.

Mario Cremata Ferrán
Opus Habana