Eusebio Leal Spengler inauguró el Coloquio Internacional La nueva novela latinoamericana. A medio siglo de El siglo…, que concluye hoy en la Fundación Alejo Carpentier.

Durante tres jornadas académicos cubanos, franceses, estadounidenses y alemanes expusieron sugerentes aristas en torno a la monumental novela que, a cincuenta años de su publicación, continua incitando al debate y el descubrimiento.

Eusebio Leal Spengler inauguró el miércoles 14 de marzo el Coloquio internacional La nueva novela latinoamericana. A medio siglo de El siglo… que sesiona hasta hoy viernes en la sede cultural de la Fundación Alejo Carpentier, en La Habana Vieja.
El Historiador de la Ciudad esbozó una contextualización de la época y los personajes que sirvieron de fundamento e inspiración a Carpentier para la realización de su novela El siglo de las luces (1962), de «asombrosa actualidad», al tiempo que se refirió a su relación personal con el escritor y su esposa, Lilia Esteban Hierro.
Previamente, al dar la bienvenida a los asistentes, la doctora Graziella Pogolotti, presidenta de la institución organizadora del evento, resaltó cómo el texto se renueva con la mirada de los lectores contemporáneos, que tienen otros referentes históricos y sociopolíticos, y el creciente interés que despierta la obra del cubano en el extranjero.
En la primera jornada se destacó la conferencia de la doctora Ana Cairo, «Tolstoi y Sartre: algunas interrogantes sobre la génesis de El siglo de las luces», donde se abordó la influencia que ejercieron ambos pensadores en el narrador, teniendo en cuenta que Carpentier consideró La guerra y la paz como la novela épica por excelencia, y que en 1960 pudo dialogar en La Habana con Jean Paul Sartre sobre literatura, y particularmente sobre la literatura de la Revolución Francesa, en busca de los contextos, claves para construir historias.
«Alejo cree que para emprender una novela no hace falta solo consultar memorias; para él no se trata de intentar reproducir un memorial, sino de entender la época… Al analizar los problemas metodológicos que se planteó Tolstoi para escribir un texto profundamente iluminador de lo que es la novela épica, la distancia y la perspectiva, creo que El siglo de las luces puede leerse como un ejercicio de aplicación de estos presupuestos, en función del propósito carpenteriano de convertir la novela latinoamericana en una hazaña de la literatura universal», señaló Cairo.
Otras intervenciones reveladoras fueron las de Armando Raggi, quien tiene a su cargo el archivo de la Fundación, que comentó notas del autor correspondientes a 1955 —cuando surgió la idea original de El siglo…—, que a manera de génesis preludian personajes, temas y pasajes de la trama de la novela.
También la de la doctora Luisa Campuzano, que detalló las referencias al mundo grecolatino en la que calificó como «la primera novela latinoamericana en que se realiza una lectura “otra” de la historia de Europa», y la de la especialista Xonia Jiménez, que comentó la huella francesa en la biblioteca personal del autor, en la que, de los más de 4000 títulos, el mayor número está en idioma francés.
Por otra parte, la académica puertorriqueña Carmen Vásquez, de la Universidad de la Picardía Julio Verne (Francia), quien fungió como asistente de Carpentier durante los últimos años de su vida en París suministrándole datos para la confección de sus libros, destacó la valía del narrador y su recreación del «encuentro de las dos aguas, el acá y el allá, duelo que nunca terminará puesto que no hay vencedor ni vencido», así como su capacidad para sintetizar la historia de América.
Ciertamente, cincuenta años después de su publicación, cuando ha sido ampliamente reeditado y traducido a casi una veintena de idiomas, desde la antigua casona colonial de los Condes de La Reunión, donde Carpentier situó el escenario de El siglo de las luces, el volumen convoca no solo a la reflexión académica desde una mirada crítica o al inventario de la apasionante intertextualidad que se verifica en torno a una novela ejemplar, sino, sobre todo, a la relectura y el descubrimiento.

Mario Cremata Ferrán
Opus Habana

Arriba, momento en que el Historiador de la Ciudad se dirigía a los presentes en el acto inaugural. Debajo, a la derecha, la doctora Graziella Pogolotti da la bienvenida a los ponentes y al público congregado en la sede cultural de la Fundación Alejo Carpentier. A la izquierda, una de las mesas, integrada por Rafael Rodríguez (en primer plano, como moderador), Armando Raggi, Jean Pierre Paute —de la Universidad de Montpellier, Francia— y Ana Cairo.

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