Desde el viernes 30 de marzo abrió sus puertas «Retrospectiva», exposición personal del orfebre Xerxes Carruana, en el Museo de la Orfebrería. Con más de 40 piezas, la muestra refleja casi tres décadas de labor, durante las cuales el artista no ha escatimado en la exuberancia de técnicas y en la búsqueda de nuevos materiales que otorgan al acabado de sus obras un sello muy particular.
Hasta el día 10 de abril estará expuesta en el Museo de la Orfebrería la muestra «Retrospectiva» de Xerxes Carruana.
Meses más tarde de la celebración de esta exposición, unos cuantos años o algunos de sus días, y como para complacer a su audiencia con la confirmación de un lugar común, Xerxes Carruana ha afirmado: «Una joya es este objeto que ha crecido en la evidencia biológica e imperativa de un cuerpo (anatómico) y una forma (geométrica), que responde a dimensiones públicas y expectativas constantes: un objeto menor del arte absoluto —la forma imposible en nuestro tiempo—, un atributo, no obstante, de Ia presencia de cada quien...». Y con este argumento elusivo declara, desde ese entonces de hace un futuro, la renuencia a expresar el motivo de una búsqueda o más bien de la consumación en su obra de un estilo, que no sea el estilo propuesto en cada pieza («aunque de ellas participe algún que otro pretexto recurrente»). A partir de esas evidencias antropomorfas a las que una joya rinde crédito, Xerxes siempre ha estado formulando hallazgos, la acabada o sofisticada expresión de un intento. Y en ello no ha escatimado exuberancia de técnicas e ingredientes, visibles a veces no como culminación de una práctica, sino como finalidad formal. Se ha servido tanto de las sustancias nobles como de las de bastos destinos, los gases en combustión de oro o plata, de gema y peñasco, del acrílico y el hierro; ha ensayado una nueva utilidad para los objetos que fueron herrajes y pernos, proyectiles; ha usado la geometría, el recuerdo, Ia ironía y el número 3; irradiaciones y destellos ocultos en sus más recientes obras, algunas de ellas artificios animados por la luz; el tiempo que sugieren mecanismos antaño dispuestos, a este efecto que es la temporalidad, en los relojes de los que se aprovecha. Analectas del reloj, la presente muestra resume, espera: entrega la labor de casi 30 años de encuentros en la virtud de cada pieza, y promete esa alhaja exclusiva que fue en el futuro.
Pablo Arguelles Acosta
Investigador Agregado del Departamento de Literatura
del Instituto de Literatura y Lingüística
y Profesor Asistente Adjunto
de la Facultad de Artes y Letras
de la Universidad de La Habana.
(Palabras al catálogo de la exposición «Retrospectivas», de Xerxes Carruana, inaugurada el 30 de marzo en el Museo de la Orfebrería )
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| La obra de Xerxes Carruana se distinguen por el empleo de metales preciosos –oro, plata, ...– con otros poco convencionales en el trabajo de orfebrería, como el acrílico y el latón. |
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