Conformada por obras muy recientes, quedó inaugurada el viernes, 13 de abril, en la galería exterior del Palacio de Lombillo, la exposición bipersonal «Contrapunto» de Alicia de la Campa Pak y Sinecio Cuétara.

Abierta hasta el 10 de mayo, en la muestra se exhiben ocho piezas de Alicia de la Campa Pak y cuatro de Sinecio Cuétara

Como si se tratara de una composición musical que combina dos o más melodías —con sentido, unidad y coherencia armónica—, ha llegado a la galería exterior del Palacio de Lombillo la obra de los artistas Alicia de la Campa Pak y Sinecio Cuétara en un «contrapunteo» de dos estilos, de dos maneras de asumir las artes visuales.
Y lo hacen exhibiendo cuadros nunca vistos con anterioridad en Cuba, y realizados en 2011 o en lo que va de 2012 en una especie de diálogo de lenguajes artísticos diversos y desplazamientos de un corpus creativo a otro, incluyendo las inevitables tensiones de turbulencia como escenificando una suerte de cantoría popular en la cual los músicos improvisan versos y tonadas.
Precisamente la exposición bipersonal «Contrapunto» reúne en total 12 piezas de gran y mediano formato terminadas hace muy poco tiempo, con al menos dos excepciones, en el caso de Alicia. Una es «Destino de Ícaro» que, aunque data de 2009, ella le concede especial significado porque se nota la ausencia de la acostumbrada figura femenina, tan recurrente en su quehacer artístico, y se impone el dibujo sobre la pintura.
«En este caso utilicé como modelo a un joven casi adolescente; sin embargo, considero que es un tanto andrógena», explica al precisar que el resto de sus cuadros tienen como leiv motiv a la mujer, pero «no sólo por la belleza que muchas veces carece de significado, sino por los determinados elementos y atributos que develan el sentido real de mi trabajo».
A esta muestra conjunta ella aporta ocho cuadros en los que están como constantes las aves, con el significado de vuelo del pensamiento; el pez que lo asume como lo misterioso, la génesis de muchos fenómenos y lo místico asociado a símbolos muy antiguos; componentes de la flora que le aportan la profundidad, el misterio de los jardines… Y aunque no siempre está la palma real, es evidente que se trata de la vegetación cubana, así como también, la piedra, el agua, las caracolas… «que nos van conformando como lo que somos: una Isla», asegura.
Aunque con un estilo propio en el que se reconoce su formación de escultor, desde hace varias décadas, Sinecio comparte con Alicia, además de la vida, el arte de pintar. Si en la obra de ella es evidente la predilección por la figura femenina, él persevera en recrear fachadas citadinas —en esta ocasión, habaneras—, utilizando una gama de colores que califica como «azul-habana» sin olvidar tonos cálidos, digamos el naranja.
En «Contrapunto» hay cuatro cuadros suyos de aquellos que, excepto uno, ha concebido en los últimos dos años en gran y mediano formatos, en los cuales abundan los arcos, los portones, las columnas, las rejas… —en muchos casos, me dice,  no imaginadas sino tomadas directamente de la realidad—, elementos estructurados en la pieza a la cual también sirven de ornamento.
Entre los componentes presentes está el mar que rompe el espacio y va a otra dimensión que, al igual que en la obra de Alicia, proporciona la idea de insularidad a la que, en su opinión, le es muy difícil prescindir al artista de la Isla. Un ejemplo ilustrativo es  «Mirando al mar». Y aunque como en el resto prevalece lo figurativo, todos tienen «su «habitual toque» de fragmentos abstractos.
Así es que sentido, unidad y coherencia predominan en esta exposición bipersonal que estará abierta hasta el 10 de mayo en la galería exterior del Palacio de Lombillo, adonde llega ahora esta pareja de creadores cubanos en un «contrapunteo» de estilos personales,  luego de trabajar durante varios meses allende las fronteras.

María Grant
Opus Habana

 

La muestra colectiva «Contrapunto», de Alicia de la Campa Pak y Sinecio Cuétara (ambos al centro en la imagen superior izquierda), fue inaugurada por Argel Calcines y María Grant, Editores general y ejecutiva, respectivamente, de Opus Habana. De Alicia de la Campa son las obras Destino del ícaro (2009) 90 x 150 cm.(segunda imagen de la izquierda), y Ella quería alas (2012) 190 x 130 cm. (imagen derecha). De Sinecio Cuétara es Mirando al mar (2012) 130 x 200 cm. (imagen inferior izquierda).


Comentarios   

Niurka Calero
0 #1 Niurka Calero 23-04-2012 17:56
Muchas felicidades a los dos por todos sus logros fuera y dentro de la Isla. Los queremos.
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