El II Encuentro Nacional de Escuelas Talleres tuvo lugar en el Centro Histórico del 23 al 27 de abril, con la participación de alumnos y profesores de La Habana, Santiago de Cuba, Trinidad, Camagüey y Cienfuegos.

El II Encuentro Nacional de Escuelas Talleres se incluye en las celebraciones por el 20 aniversario de la Escuela Taller de La Habana Gaspar Melchor de Jovellanos.


La máxima que promueve que en la unión está la fuerza se hizo cumplir entre el 23 y el 27 de abril durante el II Segundo Encuentro Nacional de Escuelas Talleres, en el cual, estudiantes y profesores de los centros docentes de este tipo en La Habana, Santiago de Cuba, Trinidad, Camagüey y Cienfuegos intercambiaron experiencias y mostraron parte de su quehacer diario en aras de la restauración así como de la conservación de los bienes patrimoniales de la nación.


Uno de los momentos más esperados por los participantes fue el encuentro con el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, quien evocó los momentos fundacionales del centro docente Gaspar Melchor de Jovellanos, al tiempo que resaltó las intensas jornadas de trabajo asumidas por los alumnos de esta escuela para devolver la vida al otrora convento de San Francisco de Asís, convertido, en buena medida gracias al empeño de los jóvenes, en una de las principales salas de conciertos con que cuenta el Centro Histórico capitalino.
También se refirió a la importancia de los oficios en la época actual, marcada por un elevado nivel de caducidad. Por ello exhortó a los jóvenes presentes a asumirlos con profesionalidad, pues «el mundo de hoy demanda cada vez más la existencia de restauradores», sobre todo aquellos capaces de reconstruir a partir de técnicas y formas de hacer antiguas.

 


El programa teórico del II Encuentro incluyó un fórum científico, donde alumnos y profesores de las escuelas talleres de La Habana, Santiago de Cuba, Trinidad, Camagüey y Cienfuegos presentaron resultados de trabajo en la intervención de diferentes inmuebles, así como la realización de conferencias, impartidas por especialistas vinculados a la restauración del patrimonio edificado.
Uno de los especialistas participantes fue el ingeniero Pedro Bermúdez, quien en su conferencia, Bóvedas de ladrillos, explicó las características de esa técnica constructiva, y ejemplificó cómo ha sido aplicada por alumnos de la Escuela Taller de La Habana Gaspar Melchor de Jovellanos en diferentes obras del Centro Histórico, asesorados por especialistas internacionales.
Refirió, por ejemplo, las labores constructivas en la Iglesia Ortodoxa griega, la primera iglesia de nueva construcción ejecutada en Cuba después de 1959. La Escuela Taller intervino completamente en esta obra, siendo los trabajos más importantes la construcción de  todas las bóvedas y cúpulas por el método de bóvedas extremeñas; la elaboración de las guías de barras de acero para que el albañil supiera la posición exacta en que debía colocar cada ladrillo en la construcción de bóvedas y cúpulas, y en la elaboración de las cimbras para la construcción de los arcos, los encofrados de las columnas circulares y las fijaciones metálicas para la piedra tallada sobre la puerta principal.
Actualmente, los alumnos de la Escuela aplican esa misma técnica en la restauración del baluarte de Quintanilla, en la fortaleza de La Punta.


Como parte de las actividades del II Encuentro nacional de Escuelas Talleres, el jueves 26 se organizó una visita a la Necrópolis Cristóbal Colón, con la finalidad de apreciar in situ la labor de intervención y rescate que realiza allí la Oficina del Historiador. El ingeniero Carlos Bauta Martín, historiador y subdirector técnico del cementerio, condujo el recorrido, en el que detalló la complejidad de la revitalización, para la que se necesita personal capacitado y sensibilizado con la obra monumentaria.
Asimismo, destacó la importancia de contar con una filial de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, que en los últimos años ha intervenido casi un centenar de esculturas y formas arquitectónicas de alto valor patrimonial e histórico en el camposanto, declarado Monumento Nacional en 1987. En este sentido, puntualizó que en septiembre se prevé que los más de 30 estudiantes reciban también allí sus clases teóricas, que se complementan con el ejercicio práctico.
El Cementerio Colón —que actualmente absorbe el 20 por ciento de los enterramientos del país—, con 56 hectáreas y alrededor de 10 mil monumentos, es el más importante de su tipo en América, y es considerado por muchos especialistas entre los cinco primeros a nivel mundial. Aunque el personal encargado de su mantenimiento continúa siendo insuficiente, si se tiene en cuenta la magnitud de los trabajos pendientes, lo cierto es que en sus predios ya se divisan señales de renovado cosmopolitismo.


Imagen superior: Alumnos de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos enfrascados en terminar una cúpula del panteón de la familia Loredo, ubicado casi a la entrada del cementerio, y que tuvo que ser reproducida luego de derrumbarse completamente por el paso de un ciclón. Debajo, a la derecha, otra brigada trabaja en los alrededores de una bóveda más modesta. A la izquierda, el ingeniero Carlos Bauta Martín guia el recorrido.

 

Redacción Opus Habana

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