Semanario Revista Opus Habana Opus Habana. Semanario Digital.
CLAVES CULTURALES DESDE EL CENTRO HISTÓRICO
Vol. IV, No.29/2007  
   Desde:
   2007-07-16 
  Hasta:
   2007-07-23  



     

Epopeya de Gilgamesh
Una mirada al pasado remoto desde composiciones abstractas caracterizan a la «Epopeya de Gilgamesh», la más reciente exposición personal del joven pintor Adrian Pellegrini que, en la tarde de este viernes 20, quedó a la consideración del público en la galería de arte del Palacio de Lombillo. Integran la muestra siete recientes pinturas de gran formato.

Por Redacción Opus Habana .
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Frida desde el arte cubano
Durante casi dos meses la exposición colectiva «Desde la piel de Eva, con los ojos de Adán», se mantiene en la Casa Benito Juárez (Oficina del Historiador), como parte de la amplia jornada que en Cuba se dedica al centenario del natalicio de Frida Kahlo y a los 50 años de la muerte de Diego Rivera. Integran esta muestra 50 artistas, quienes ofrecen una Frida desde diferentes perspectivas.

Por Sussette Martínez Montero .
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Nota de la Redacción
Con esta edición, el semanario digital de Opus Habana cesa hasta el mes de septiembre. Nuestro equipo de trabajo continuará con las habituales laborales editoriales en su sede sita en Empedrado y Mercaderes, La Habana Vieja. Les adelantamos que acaba de ser impreso el más reciente número de nuestra revista, cuya próxima presentación les informaremos vía e-mail. La portada reproduce la obra www.cubainsula.com (2007). Acrílico sobre lienzo (60 x 45 cm), de Eduardo Abela.
A nuestros lectores y colaboradores, el agradecimiento por las constantes sugerencias y comentarios.
Por NULL .

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Homenaje a Giuseppe Garibaldi
Presidida por Eusebio Leal y el embajador de Italia en Cuba, Domenico Vecchioni, se efectuó el martes 17 una ceremonia por el bicentenario del nacimiento de Giuseppe Garibaldi, «hombre de aventuras, héroe de dos mundos, cuya vida estuvo caracterizada por una peregrinación y un sacrificio continuos», dijo Leal de quien había profetizado para los cubanos que luchaban contra el dominio colonial español: un valiente siempre encontrará un arma. Y esa arma no podía ser otra en un país azucarero que el machete de cortar caña, sostuvo el orador.
Por NULL .

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Un Jardín Zoológico en Casa Humboldt
Dedicada al Jardín Zoológico de La Habana, la singular exposición «De la ciudad, un parque. De todos, un amigo» se inauguró en la Casa Alejandro de Humboldt el 17 de julio, aniversario 197 del nacimiento del naturalista alemán radicado en Cuba Juan Cristóbal Gundlach. Pueden verse fotografías inéditas sobre dicho parque y las especies que atesora; dibujos del afamado caricaturista Antonio Prohías; varias taxidermias de animales carismáticos como una iguana que comía de la mano de las personas y el simpático chimpancé Pancho.
Por NULL .

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Intelectual argentino en el Centro Histórico
Tres días de interesantes propuestas para igual número de sitios de la Oficina del Historiador tiene reservado el poeta y antropólogo argentino José Muchnik. El 1 de agosto presenta a las 3:00 pm Buenos Aires. Guía poética (Centro Hispanoamericano de Cultura). A las 11:00 am, del siguiente día, diserta sobre la «Cultura en África. Relatos africanos» (Casa de África). El día 3, a las 5:00 pm, Muchnik inaugura la muestra «Mamáfrica» (Casa de la Poesía) con imágenes de sus trabajos investigativos en varios países del llamado Continente Negro.
Por NULL .

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Ars Longa en Eslovenia y Reino Unido
Cumplimentando una invitación (por segunda vez), actuó el Conjunto de Música Antigua Ars Longa que dirige Teresa Paz, los días 19 y 20 de julio en el Festival de Música Antigua de Brezice que, considerado como uno de los diez mejores de su tipo en el mundo, constituye un ambicioso proyecto cultural de Eslovenia e incluye conciertos de música antigua en ocho diferentes localidades del país. Como parte del festival también se organizan cursos musicales y otros eventos culturales. Ars Longa continuará viaje al Reino Unido para participar durante dos semanas en el programa de cursos de música antigua de la Dartington International Summer School.
Por NULL .
Primos, pollos y pollitas
Contrapunteo entre el ayer y el entonces presente que le correspondía al cronista, Roig retoma y presenta para sus lectores los enfoques de tres términos de época (primos, pollos y pollitas) según el parecer del cronista costumbrista Luis Victoriano Betancourt, quien «merece justamente ser leído por la gente de hoy que quiera conocer cómo era la gente de ayer».

Por Emilio Roig de Leuchsenring
Historiador de la Ciudad desde 1935 hasta su deceso en 1964.
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Del éxtasis a la perturbación
La paisajística insular, diversa y extensa tanto en el pasado como el presente, cuenta con obras del joven pintor Diego Torres en los que el mar, la calma y un cuidado exquisito por la composición son una particularidad. Él ha logrado «colocarse en un lugar adelantado dentro de la actual promoción de paisajistas cubanos».

Por
Tomado de Opus Habana, Vol. IX, No. 3, 2005, Breviario.
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La revista Opus Habana mantiene a disposición de sus suscriptores la Cartelera Interactiva del Centro Histórico, un producto multimedia que le posibilita estar al tanto de los eventos culturales que acontecen en la parte más antigua de la capital cubana, así como en otras instituciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Acontecimientos que se sucedieron y otros que están por venir pueden ser consultados en:
Cartelera Opus Habana.
Nuestro equipo editorial agradece cualquier tipo de sugerencias y comentarios.

(Las informaciones que aparecen bajo el rótulo de CARTELERA corresponden fundamentalmente al Mensuario editado por la Dirección de Gestión Cultural, de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Para cualquier aclaración contactar con el Programa Cultural a través del teléfono 7801 1981 y el correo electrónico: katia@patrimonio.ohc.cu).


Lunes 30 de julio

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    Lugar: Casa Alejandro de Humboldt [ Oficios No. 254 esquina a Muralla.]
    Telf: 863-9850.
    Hora:10:00:00

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    Epopeya de Gilgamesh
    «He querido volcar el sentimiento de seres muertos a mi pintura y las he sentido vivir. Quizás sea un intento vano, pero los fantasmas del pasado, los arquetipos colectivos, viven en nuestra sangre».

     
     Luego de las palabras preliminares de Argel Calcines (izquierda), editor general de Opus Habana, el poeta Pablo Armando Fernández (al centro) leyó el poema «Contra los adversarios» en la apertura de la muestra del pintor Adrian Pellegrini (derecha), la más reciente exposición de la galería de arte del Palacio de Lombillo.
    Desde este viernes, pinturas recientes del joven pintor Adrian Pellegrini quedaron expuestas en la galería de arte del Palacio de Lombillo, sede de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Bajo el título «Epopeya de Gilgamesh», integran la muestra siete óleos, fundamentalmente de grandes formatos, bajo una figuración casi abstracta afines con historias y leyendas que han inspirado al pintor.
    Argel Calcines, editor general de Opus Habana, dio la bienvenida a los asistentes y le cedió la palabra al poeta Pablo Armando Fernández, Premio Nacional de Literatura (1996), para que dejara inaugurada esta exposición, la segunda que realiza en el Palacio de Lombillo el joven Pellegrini.
    El poeta Pablo Armando dio lectura al poema «Contra los adversarios», de reciente escritura luego de visualizar en días pasados algunas de las obras actuales del pintor. «Corresponden a tu mirada y mano/ devolverle a los héroes sus moradas/ pues, Gilgamesh inmerso en el mar del destino,/ en sueños de combate, comparte con la Luz/ el polvo de este suelo y otros orbes celestes», enunció el poeta con sus versos.
    De igual manera, el pintor ha volcado sobre el papel juicios y criterios que complentan estas pinturas en las que resaltan la vocación por la variedad y el juego con los colores. Durante un mes podrá ser visitada «Epopeya de Gilgamesh», la más reciente muestra de Pellegrini.





    GILGAMESH Y EL MAR AZUL DEL DESTINO

    Volcanes y azotes minerales preñaban la Tierra de entonces. Un pardo de tierra mustia, de alientos pétreos y fósiles parecían ser la única caricia en la llanura de barro, en el triángulo fértil del Oriente... los seres y las cosas de aquella edad heroica eran, sin saberlo, héroes ellos mismos. Aún no existía Dios, ni ley, ni Estado en la conciencia de las criaturas, mas se perfilaba la poesía emanada de los astros, y un cielo de límpida noche inauguraba el mundo de la sensibilidad, la urbanidad y el germen de luces y sombras que hoy son el mundo nuestro.
    Era un tiempo en que dioses y hombres dormían juntos en el mismo lecho. Ya están, saliendo de entre las capas de lodo que asemejan las hojas del libro de la tierra, los primeros versos, los primeros tratados de botánica y alquimia, la jurisdicción y las lágrimas de un pueblo misterioso y creativo, el de los antiguos sumerios. Surge el héroe y el antihéroe. Una corte de príncipes se suicida bajo los efectos de algún éxtasis religioso: un
     
     Adrian Pellegrini: Sueños de combate (2007). Óleo sobre lienzo (170 x 130 cm).
    arqueólogo encuentra, milenios después, la peineta que una cortesana olvidó ponerse, en el bolsillo de su túnica intacta.
    Las tablillas de Gilgamesh contienen el primer indicio histórico del Diluvio, que puede haber tenido lugar, según investigaciones arqueológicas. Un Noé sumerio, Utnapishtin, habla de la eternidad y vive solitario en una isla, que parece ser la actual Chipre y habla del fondo del mar, de una planta milagrosa y la luz del futuro. Seres se añoran y se aman.
    Quizás sean las vetustas tablillas el primer documento humano que aspira a la trascendencia por aniquilación del vacío, que es para mí una imagen de la poesía. He querido volcar el sentimiento de seres muertos a mi pintura y los he sentido vivir. Quizás sea un intento vano, pero los fantasmas del pasado, los arquetipos colectivos, viven en nuestra sangre. Y más cuando vivimos una época de titanes, de hombres y mujeres intentando lo imposible que quizás sea la única salvación. En una época en la que la inspiración o se da por vencida o acude a nuevas fuentes.
    La improvisación aleatoria que es la misma vida, en la pintura es similar al esfuerzo del compositor musical cuando éste «pinta» con el color de la música. Quizás una pintura del futuro reviva la vida de todos los héroes y esta llegue a los confines de la galaxia. Eso intentemos.
    Pidamos lo imposible, que quizás sea lo necesario.

    Adrian Pellegrini





    CONTRA LOS ADVERSARIOS

    Para Adrian Pellegrini
    Por su obra.

    Escoges el espacio donde has de proyectar
    los sueños y desvelos del mayor Campeador.
    Nunca te abandonaron sus heroicas hazañas
    que dieron a tu ser una visión de luchas
    contra la estupidez, la mala voluntad y la codicia.
    Te dedicas a emprender sobre el lienzo
    la batalla campal. Has de tomar como armas,
    los dones del Creador.
    El blanco del tapiz en toda su extensión
    es un reto a la Luz, entre lindes, anclada.
    Por recobrar su gracia,
    acude a la mirada y la mano creadoras,
    para esparcir en todos los matices
    sus variados colores
    como lograra hacerlo, en su fase inicial
    con muchas maravillas, prodigios y señales
    que emana de su cuerpo en lo infinito.

    En cada trazo que tu pulso fija al tapiz
    están los signos que fluyen de la Luz,
    la representan, antes y después del diluvio.
    Corresponden a tu mirada y mano
    devolverle a los héroes sus moradas
    pues, Gilgamesh inmerso en el mar del destino,
    en sueños de combate, comparte con la Luz
    el polvo de este suelo y otros orbes celestes.

    Las gamas del color invaden el tapiz.
    Se dispersan y aúnan, testifican los hechos.
    El impulso que te anima define las zonas
    donde la guerra ensangrienta el suelo
    y el aire. Te acoges al ejército
    que ha de recuperar el verde agreste.
    Te sientes vencedor, aunque el trofeo
    corresponda a la Luz y sus colores.

    Todo lo destruido reaparece.
    Si se atiende a los mundos y las vidas
    que tu mirada y mano recobraron,
    aquí la muerte ha desaparecido.
    Mas, la espada permanece en defensa
    del color que ha ganado la batalla.
    Tu obra es señal augusta de la Luz,
    nos asegura que continuaremos.

    Pablo Armando Fernández

    Redacción Opus Habana
     
    Frida desde el arte cubano
    Frida es la mujer-universo y el concepto múltiple elegido como referente de esta muestra homenaje. El hecho de estar concebida desde una perspectiva genérica permite un diálogo interesante entre las obras de 50 artistas.

     Un mito cumple 100 años y la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez (Oficina del Historiador) ha abierto sus puertas para celebrarlo. Es el homenaje de 50 artistas cubanos que desde diferentes manifestaciones de la plástica engalanan el lugar con sus obras, para unirse a los que en el mundo entero rinden tributo al centenario de Frida Kahlo. Esta muestra colectiva se integra al programa del evento «Frida y Diego, voces de la tierra», un modo de tributarle a estas figuras cumbres del arte y la cultura latinoamericanos, en el año del centenario de Frida Kahlo y el medio siglo de la muerte de Diego Rivera. Este evento cuenta con el auspicio de la Casa de las Américas, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de México en Cuba.
    Ya otros lo han hecho. La gráfica y la canción la han convertido en musa de sus creaciones y en sonido de tacones. Precede a la aparición de las niñas, que reciben con pétalos perfumados a una Frida Azul Celeste que asciende magnífica para abrir las puertas de la exposición.
    «Desde la piel de Eva, con los ojos de Adán» es el título de esta exhibición que abarca dos salas de esa casa museo: 24 mujeres y 26 hombres, con la multiplicidad de discursos que ha caracterizado a la plástica de esta isla en las últimas décadas, acercan su visión a las figuras de Frida y Diego, que por una curiosa jugarreta del destino permanecen unidos, aún después de la muerte. Acertada coincidencia porque Frida es también Diego, y es a un tiempo su madre, su amante, su alumna y su cómplice. Para él se reinventa, se crea a sí misma como leyenda, recuperando la imagen tradicional de la mujer mexicana. Diego es luz y fuerza, y su alegría de vivir y su dolor más hondo. Para este gigante del muralismo ella será el refugio tras la tormenta, la comprensión sin límite, «una artista excepcional, y la mejor prueba del renacimiento del arte en México».
    Genial y trágica como su propia historia, la obra de Frida marcó un antes y un después en el quehacer artístico latinoamericano del siglo XX, estableciendo pautas en temas tales como el autorretrato y la identidad de nuestros pueblos. Sus cuadros y sus escritos son una lacerante y exquisita autobiografía, en el que el quehacer artístico deviene exorcismo contra la adversidad, desacralización de la muerte y acto de fe.
    Con una propuesta que lo ubica justo al centro de los dos discursos, la muestra abrió con el performance Escrito sobre la piel, concebido por Manuel López Oliva junto al grupo teatral El Ciervo Encantado. Llegó a establecerse un puente evocador de sentido entre la fuerte y sugerente gestualidad de la desnuda actriz (Lorelis Amores) con esparadrapos sobre partes del cuerpo que rememoraban laceraciones de Frida, y la proyección (mediante un data show) de unas 4O texturas derivadas de obras del pintor López Oliva, que no sólo funcionaban como vestiduras plásticas de la figura y su contorno, sino que por su condición de tatuajes virtuales convertían a la piel en un soporte para estampar equivalencias poéticas del tramado decorativo y el simbolismo vital: el placer y el dolor, la tragedia y el discurso distintivos de la universal artista mexicana.
    Frida es la mujer-universo única y el concepto múltiple elegido como referente de la exposición. Pero el hecho de estar concebida desde una perspectiva genérica permite un diálogo interesante entre las obras de ambas salas, donde se exhiben las piezas de esta muestra homenaje. Para los ojos de Adán, Frida es imagen y ejemplo, historia y obra. Un todo indisoluble que los artistas han trabajado desde lenguajes propios.
    Muchos de los artistas utilizan el retrato como vía para el homenaje (Adigio Benítez, Sinecio Cuétara, Guillermo Zaldívar, Ignacio Nazábal y Emilio Nicolás), pero aún en esta supuesta homogeneidad, nos entrega cada quien su Frida.
    Unas veces es el rostro completo, otras sólo las cejas unidas, devenidas representación icónica, centro de la composición que se completa con elementos alusivos a México, las pirámides, la bandera o el propio Rivera. Mientras que en otros casos, como en la obra de Carlos Reyes, el retrato es usado como parte de un discurso estratégico desde el concepto mismo de lo que Frida representa, obteniéndose una imagen de la artista trasvestida en símbolos de la cultura universal.
     Otra de las aristas manejadas de manera más plural en la muestra es el dolor, irremediablemente ligado a Frida, y elemento recurrente en su propia obra. La idea de laceración física y espiritual tiene en este caso dos representaciones, que aún teniendo como base el posmoderno concepto de las apropiaciones, discursan desde una dimensión más integradora. En Pá fijarte a la vida, de Eduardo Yanes, convence la metáfora lograda con una estructura plástica que parte de la misma concepción factual de la obra. Utilizando a un tiempo recursos artesanales y del expresionismo abstracto, sobrepone elementos cargados de significantes que le confieren un indiscutible espíritu antropológico. Por su parte Fridaqui, instalación de Onelio Larralde, trasciende la apropiación de La columna rota para erigirse propuesta de identificación que, a través del espejo, obliga a los visitantes a penetrar en el cuerpo martirizado de la «San Sebastiana» de nuestro siglo.
    Pero no son estos los únicos casos en los que la apropiación deviene pretexto para la relectura de una obra propia. William Hernández y Vicente R. Bonachea destacan por la adiestrada manera en la que, partiendo del autorretrato, logran hacer converger su discurso temático y formal con los presupuestos estéticos de la obra de la Kahlo.
    Por su parte, obras como la de Agustín Bejarano, Ángel Rogelio Oliva, Julio Velázquez, Michel Mirabal, Regis Soler y Nelson Domínguez establecen, desde una supuesta distancia, un diálogo conceptual muy abarcador que toca temas tales como la sexualidad, la fe y los estereotipos femeninos en los que Frida acostumbraba a ubicarse.
    No obstante, nuestras Evas consiguen, en este caso, un resultado común de mayor coherencia conceptual. Discursan desde su propia piel, en un diálogo más íntimo, pues Frida es tratada de tú a tú, como mujer y como artista.
    Imposible dejar de señalar, entonces, realizaciones como Con Cariño de la voz de la experiencia, de Cirenaica Moreira; De Sueños y estigmas, de Marta María Pérez; Trampas del interior, de Lidzie Alvisa; La Favorita, de Mabel Llevat o Encuentros, de Aimée García, quienes con una fuerte veta de género desde la fotografía autorreferencial, dejan claramente establecida la vigencia que el legado frídico tiene en el quehacer artístico femenino contemporáneo. Mientras que, por su parte, Alicia de la Campa, Lesbia Vent Dumois, Ileana Mulet, Aziyadé Ruiz y Hortensia Margarita Guash, lo hacen desde la pintura, estableciendo un puente identitario con la parte más sensible del trabajo de la artista mexicana.
    Tomando como herramientas algunos de los recursos artesanales tradicionalmente asignados al quehacer femenino, Virginia Menocal, Mayra Alpízar y Nilda Margarita Rojo, elaboran con maestría sus propuestas discursivas, desde técnicas tales como el tapiz, el bordado y el patchwork, respectivamente. Se establece así, en las dos primeras, un enfrentamiento entre la profundidad del discurso y la delicadeza de los materiales utilizados. Mientras, Nilda lo hace desde su demostrado dominio de las apropiaciones. Y en la escultura, Isabel Santos desde la cera cruda recrea el juego con la muerte que Rivera inmortalizara en el mural expuesto en el hotel del Prado del mexicano Distrito Federal.
    Con la osadía que nace de un mayor acercamiento, Sandra Dooley los recibe en su casa de Santa Fe, mientras que Eidania Pérez y Lourdes León echan mano de la caricatura en Árbol de la esperanza, mantente firme, obra desacralizadora y actual, en la que Frida y Diego son rescatados desde su posición política, al situarlos en medio de una manifestación con banderas cubanas, sin dejar fuera el toque de humor picante que necesariamente acompaña a este género. Ellas enfatizan en el jugueteo sensual y «público» de la pareja. En justo contrapunteo, Yossiel Barroso capta la realidad mexicana de estos días, con una instantánea desde la que una Frida centenaria, tomada del Zócalo del Museo de Bellas Artes, asiste complacida a la manifestación que cada año por esta fecha celebra en el Distrito Federal la comunidad gay mexicana. Es Frida insertada en nuestra actualidad, la actualidad vista por Frida. Sin dudas, un peculiar enfoque visual.
    Pero si esto fuera poco, Beatriz Santacana retoma los exvotos mexicanos con una mezcla de ironía y homenaje póstumo. Su Frida da gracias por salvar al amante de las manos de Diego: su Diego agradece a la Virgen que «Doña Frida haya aceptado volver a ver el mundo juntos», con lo cual logra una propuesta muy sugerente en la que convergen el rescate de las tradiciones populares y la reinvención de la historia. Y Liudmila López, fiel a su estilo, los metaforiza a ambos mediante un par de zapatos –masculino y femenino– desigual e indisoluble. Mas, falta a este conjunto una mirada indispensable: la Frida de huipil y rebozo, de corona trenzada en arabescos, de pulseras y anillos tintineantes, la Frida Fashion que escandalizó a las calles de Nueva York y París con el atuendo de las indígenas mexicanas y devino inspiración para el modelo Madame Rivera de Elsa Shiaparelli. Es la Frida altiva que impone su imagen típica, como justa defensa de la cultura ancestral de nuestros pueblos de América, cuando la modernidad amenaza con destruirla. La Frida de la portada de Vogue, que Zaida del Río rescata ahora en su instalación performática con Ismael de la Caridad. Desde sus joyas y su feminidad sin límites, Frida pinta, Frida permanece, Frida es azul, negra, blanca y verde: polícroma y fascinante como su propia vida.
    Frida multiplicada una y mil veces, antes por ella misma, y ahora por otros que han visto en su ejemplo un icono del feminismo, una esperanza contra el dolor, un aliciente para la alegría, una poderosa realidad artística, una leyenda. Frida de América, y por ende también, de los cubanos, de estos 50 artistas que han unido su obra para rendirle tributo, desde la piel de Eva y con los ojos de Adán.


    (Este texto fue solicitado expresamente a su autora, quien además, tuvo a su cargo la curaduría de la exposición homenaje a la artista mexicana Frida Kahlo que, el 6 de julio de 2007, quedó inaugurada en la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez. Hasta el 31 de agosto podrá ser visitada).
    Sussette Martínez Montero
    Promotora de artes plásticas
     

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