Con una conferencia magistral sobre tres de sus proyectos emblemáticos, el famoso arquitecto español Rafael Moneo Vallés reafirmó este jueves su presencia en La Habana Vieja, la cual podría asentarse con la construcción de una obra suya en el Centro Histórico «como un monumento a la arquitectura contemporánea», según sugirió su anfitrión: el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler.

«Yo había oído siempre contar maravillas de cuánto esta ciudad realmente conmovía, pero ahora tengo la impresión de que una ciudad como ésta tiene más que ver con el sentimiento que con el asombro», afirmó Moneo antes de iniciar su conferencia, tras referirse al recorrido que —en horas de la mañana— efectuó junto a Eusebio Leal por el Centro Histórico habanero.

Con una conferencia magistral sobre tres de sus proyectos emblemáticos, el famoso arquitecto español Rafael Moneo Vallés reafirmó este jueves su presencia en La Habana Vieja, la cual podría asentarse con la construcción de una obra suya en el Centro Histórico «como un monumento a la arquitectura contemporánea», según sugirió su anfitrión: el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler.
El autor de la reciente ampliación del Museo del Prado  (Madrid) disertó por cerca de dos horas ante un nutrido auditorio compuesto por reconocidos arquitectos cubanos, así como decenas de jóvenes especialistas, quienes abarrotaron el antiguo Oratorio San Felipe de Neri, convertido hoy en sala de conciertos.
 

Vista de la sala del antiguo Oratorio
de San Felipe Neri durante la conferencia.

«Yo había oído siempre contar maravillas de cuánto esta ciudad realmente conmovía, pero ahora tengo la impresión de que una ciudad como ésta tiene más que ver con el sentimiento que con el asombro», afirmó Moneo antes de iniciar su conferencia, tras referirse al recorrido que —en horas de la mañana— efectuó junto a Eusebio Leal por el Centro Histórico.
«Pocas ciudades establecen una relación tan íntima entre la gente que la ocupa y la ciudad misma», expresó. Y en un aparte con la prensa, al referirse a las labores de restauración en La Habana Vieja, manifestó sentirse identificado favorablemente con ellas, «no tanto por su resultado de orden material como por lo ambicioso de este proyecto global».
Moneo disertó sobre su proyecto del Ayuntamiento de Murcia (1991-1998) como un problema típico de construir en un Centro Histórico, con retos tales como las conciliaciones visuales entre las antiguas fachadas barrocas y la irrupción de una nueva edificación en la Plaza del Cardenal Belluga.
En este caso, su solución fue proponer un edificio con una fachada principal semejante a un retablo abstracto, basándose en elementos como la proporción, el número, el ritmo… «como si fuera algo musical», dijo. Otra característica es que esa fachada principal no tiene puerta hacia la plaza, agregó.
Seguidamente se refirió a su proyecto del Archivo General del Reino de Navarra, en Pamplona (1995-2003), con el que logró —a partir de un caserón ruinoso— hacer resurgir una nueva edificación donde «aflorara lo gótico». Aquí hizo énfasis en la importancia del empleo creativo de materiales originales, así como en el reto de encontrar una fórmula constructiva «a riesgo», basándose en la intuición.
Por último, disertó ampliamente sobre sus concepciones en la ampliación del Prado —concluida en 2007—, respetando el valor del edificio construido por Juan de Villanueva en el siglo XVIII como Gabinete de Ciencias Naturales, de modo que se lograra una «conjunción simbiótica» que mantuviera la independencia entre las distintas arquitecturas, pero complementándolas entre sí.
Con impactante sencillez y erudición, Moneo refrendó las concepciones en que basó esa propuesta de ampliación, considerada la más significativa en los 200 años de existencia del Museo, incluido el rescate del claustro de la iglesia de los Jerónimos de Madrid y su aprovechamiento como lucernario que irradia luz a todas las instancias que lo circundan.
 

Junto a Rafael Moneo, el arquitecto José Linares
(izquierda) y Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad.


José Rafael Moneo Vallés (Tudela, Navarra, 1937) es considerado uno de los más importantes arquitectos contemporáneos y ha sido acreedor de innumerables premios y condecoraciones. Entre los más recientes se encuentra el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea (2001), la Medalla de Oro del  Royal Institute of British Architects (2003) y la Medalla de Oro de la Arquitectura (CSCAE), en 2006.
Otras obras suyas, que también comentó sucintamente en su conferencia son: el Museo Nacional de Arte Romano en Mérida (1980-86), la ampliación de la Estación de Atocha de Madrid (1985-92), la Fundación Juan Miró en Palma de Mallorca (1987-1992), los Museos de Arte Moderno y Arquitectura de Estocolmo (1994) y la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, California (1996-2002).

Argel Calcines y Rosa Barrera

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