La presentación del Mapa del Arte Rupestre de Cuba sirvió de colofón al Simposio Internacional Cultura, Ciencia y Naturaleza. Actualidad del pensamiento de Antonio Núñez Jiménez que sesionó en salones de San Francisco de Asís, entre el 19 y el 21 de enero de 2010. Organizado por la Fundación Antonio Núñez Jiménez para la Naturaleza y el Hombre , el evento reunió a especialistas de varios campos científicos para debatir sobre temas históricos, ecológicos y culturales.
El Simposio incluyó la presentación de ponencias con temas tan variados como Espeleología, exploraciones y arte rupestre; Geohistoria; la nueva Academia de Ciencias de Cuba; Diplomacia en Revolución; Cultura y Patrimonio, entre otras.

No existía mejor clausura —pues debía poseer el don de la continuidad— que la presentación, por el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, del mapa de arte rupestre de la Isla de Cuba, resultado del trabajo de un equipo multidisciplinario integrado por el Grupo Cubano de Investigaciones del Arte Rupestre, el Instituto Cubano de Antropología y la Fundación Fernando Ortiz. De innegable importancia para la sistematización de los estudios antropológicos e históricos cubanos, el plegable ofrece una detallada información cartográfica de la distribución de los asentamientos de arte rupestre a lo largo y ancho del país; así como el estado de conservación y de intervención investigativa de cada uno de estos.
 
 La expedición en canoa del Amazonas al Caribe trató de demostrar los orígenes amazónicos de los indígenas caribeños.

Varios son los mapas que engloban un universo investigativo que reúne los tipos de estaciones, los diferentes colores de ejecución de las pictografías, la regionalización geo-arqueológica de este arte primitivo, la distribución de las estaciones rupestres, los tipos de estaciones, las amenazas al arte rupestre y las técnicas de ejecución de petroglifos. Además de la orientación cartográfica, el suelto cuenta con abundante información textual, fotografías y tablas estadísticas; erigiéndose en una excelente herramienta de trabajo.
Esta clausura puso fin a tres días de trabajo en el Simposio Internacional Cultura, Ciencia y Naturaleza. Actualidad del pensamiento de Antonio Núñez Jiménez que sesionó en el antiguo Convento de San Francisco de Asís con el objetivo de repasar el estado de las investigaciones en el campo de la Arqueología, la Antropología, la Espeleología, la Geografía y la Historia, ciencias que contaron con el innegable aporte e impulso del doctor Núñez Jiménez.
 
 Durante su etapa de diplomático en Perú, Núñez Jiménez pudo estudiar los petroglifos de ese país andino.

El homenaje a su ejecutoria como científico, explorador, diplomático, promotor de cultura medioambiental, viceministro de Cultura,  presidente fundador de la Academia de Ciencias, combatiente del Ejército Rebelde dio paso a la evocación del trabajo de su esposa, Lupe Veliz, recientemente fallecida, compañera de sueños y causas perdidas; esas que, como narró el director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Alfredo Guevara, defendían juntos y las revertían de manera favorable.
Los compañeros del doctor Núñez Jiménez rememoraron los años de extensas expediciones por recónditos lugares de Cuba, América Latina y el mundo. Desde la cueva de Santo Tomás, hasta los avatares del viaje por el río Amazonas al Caribe, los azarosos días de la misión diplomática cubana en el Perú del general Velazco Alvarado, el viaje al Polo Norte y otras tantas experiencias en las que Núñez Jiménez siempre era un protagonista sabio, conciliador y aventurero.
 
 Lupe Velis, además de su compañera en la vida, compartió con Núñez Jiménez el trabajo y las ideas.

Junto a estos paneles se presentaron ponencias que incursionaron en zonas de investigación muy importantes para el desarrollo científico del país. Las concurridas salas se nutrieron de conferencias sobre Espeleología, exploraciones y arte rupestre; Geohistoria; La nueva Academia de Ciencias de Cuba; Diplomacia en Revolución; Cultura y Patrimonio; Educación y participación para una nueva conciencia ambiental; Desarrollo local sustentable en defensa  de la diversidad biocultural y Crisis ambiental contemporánea. Además, las paredes del Salón Blanco de San Francisco de Asís se matizaron con una colección de afiches y divulgación sobre el trabajo de educación y divulgación ambiental promovido por la fundación.
 
 La Fundación Antonio Núñez Jiménez (1923-1998) trabaja sostenidamente por la conservación natural del país 

El gran legado de Núñez Jiménez son las instituciones científicas y patrimoniales que fundó para la promoción del cuidado de la naturaleza y los valores identitarios de los pueblos originarios de Nuestra América. El trabajo medioambientalista le debe mucho a su gestión al frente de la Fundación a la que le legó su nombre. Desde allí, en tempranas fechas de la década de los 90, determinó las alarmas ecológicas que amenazaban el equilibrio ecológico de la Mayor de las Antillas. Se hicieron famosas sus mesas redondas S.O.S., en las que analizaba, a varios niveles, las urgencias del país para conservar su biodiversidad. Entre las más abarcadoras se encuentran las dedicadas al Valle del Yumurí, los cangilones del Río Maximo, los ríos Toa y Almendares, la Bahía de La Habana, las polímitas...
La magnífica función ofrecida por el Ballet Nacional de Cuba, dirigido por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso —a quien le unieron fuertes lazos de amistad con Núñez Jiménez—, sólo fue un pretexto para cerrar momentáneamente una jornada de trabajo que se extiende cada día en la tarea de mantener el legado de una personalidad tan universal como Núñez Jiménez y una labor tan necesario como el estudio y la conservación de los valores naturales del país y la región. Sobre todo en momentos en que la naturaleza demuestra su poder destructivo después de años de despojos y contaminación. Sirva el ejemplo y la obra de Antonio Núñez Jiménez para lograr un futuro mejor.

Rodolfo Zamora Rielo
   Redacción Opus Habana

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