Desde el número 1 hasta el reciente 36 —en forma consecutiva— de Opus Habana, Escandón ha sido el impresor de la revista institucional de la Oficina del Historiador así como de libros y otras publicaciones de Cuba, cuya calidad le ha valido para ganarse un prestigio que, al decir del Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler, es encomiable por tratarse «de una labor que está en perpetuo duelo entre las urgencias comerciales y la bella inspiración».

La ceremonia de presentación del calendario Escandón 2009 tuvo lugar el viernes 12 de diciembre, en el patio del Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad.

En el patio central del Palacio de los Capitanes Generales y, al amparo de la estatua del Almirante Cristóbal Colón, jóvenes bailarinas de la Compañía de Lizt Alfonso danzaron al compás de La paloma.

Con cadenciosos movimientos y al compás de la tonada de ritmo característico y distintivo, las bailarinas dieron vida a aquella composición que, escrita por el español Sebastián Yradier después de visitar Cuba en 1861, habla de la añoranza por la Isla, y que se hiciera muy popular en México y en todo el mundo. Incluso en algunos países se le considera una canción tradicional.
Conocida en nuestro país por ser el impresor de la revista Opus Habana, de libros y otras publicaciones cubanas, la imprenta de Luis Escandón también puso a disposición del público una colección de postales con reproducciones de una docena de piezas que integran el calendario anual de 2009, cuyo tema es el abanico patrimonial. Ambos cuentan de 12 unidades: seis correspondientes a las colecciones del Museo de las Artes, en Sevilla, y otro tanto, del Museo de la Ciudad de La Habana.
Al hablar en la velada, el Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler, expresó: «más que presentar un almanaque, se trataba de homenajear a un amigo de Sevilla: don Luis Escandón», quien, a su modo de ver, se ha ganado su prestigio con calidad, sobre todo tratándose de una labor que está en perpetuo duelo entre las urgencias comerciales y la bella inspiración. Porque la imprenta, sostuvo, es una obra de la cultura.
En presencia de artistas, intelectuales y personalidades invitadas, el orador habló del significado de los abanicos: detrás de cada uno de ellos hay una historia, vivió una mujer o varias que heredaron de las unas a las otras ese tesoro primoroso. «El abanico vive y existe mientras lo tiene en sus manos una mujer. Cuando se convierte en pieza de museo es solamente una cosa bella, porque ha perdido una parte de su alma. En el arte de plegarlo, en el arte de combatir el calor en dos ciudades vaporosas y ardientes como Sevilla y La Habana, el abanico tiene un papel muy singular».
Por su parte, Luis Escandón agradeció que se acogiera con beneplácito su idea de imprimir un calendario donde se aunaran abanicos de sendas colecciones de La Habana y Sevilla, además de destacar los lazos que le unen a Cuba en su quehacer como impresor.

María Grant
Opus Habana

Trabajo publicado en la revista Opus Habana Vol. XII/No. 1, sep. 2008/feb. 2009.

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