Una de las principales preocupaciones de la mujer, al casarse, es que su marido, fuera de las horas de trabajo, no salga a la calle sin ella; y en esto hacen consistir, novias y esposas, la felicidad del matrimonio.

 En este artículo, Roig refiere el tema de los muchachos callejeros, haciendo énfasis en la responsabilidad ciudadana para con esos infantes a los que define como alegres, revoltosos y pillos.

 Siguiendo el mismo esquema empleado por el Doctor Cantaclaro, un costumbrista de la etapa colonial, Roig ofrece su visión de esta especie de novios a los que clasifica en «aspirantes, meritorios y efectivos».

 En este artículo publicado en Gráfico (1916) y Carteles (1924), Roig refiere el tema de las relaciones amorosas a través de la definición de uno de los tipos de novios que abundaban entonces.