Luego de muchos años de enconada polémica, en 1955 el Historiador de la Ciudad de La Habana logró que la estatua de Fernando VII en la Plaza de Armas fuera sustituida por la de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria. Aquí se ofrece cronología de ese empeño patriótico. (Segunda parte)

Removida tardíamente de su pedestal en la Plaza de Armas, su conservación como reliquia histórica del pasado colonial es un ejemplo fehaciente de las  tensiones entre historiografía y patrimonio histórico-artístico. (Primera parte)

Como una contribución a las artes industriales, puede considerarse este peculiar sistema cerámico de construcción y preservación de vidrieras.

Aunque nacida en Italia, siempre sintió a Cuba como suya. Por eso le dedicó su novela Con gran amor, la cual no tuvo tiempo de terminar en vida.