En el arte de Alicia de la Campa la figura femenina constituye el centro de sus producciones pictóricas y lineales, y el espejo es «el más fiel colaborador cuando se trata de representar su propio cuerpo, una constante en el quehacer artístico de esta pintora habanera durante el último decenio».
«En mi mundo infantil, no tenía idea de lo que significaba ser una artista, sólo sentía que todo mi ser me llevaba a ello, a hacer y recrear figuras con mis manos. Dibujaba en cualquier lugar, en cualquier soporte...»

 Allá, en Marianao, cerca del mar, en un rinconcito de su vivienda-taller, Alicia de la Campa Pak asume cada día el reto de llevar al lienzo las más disímiles imágenes de su micromundo. Muy próximo a ella ha colocado un espejo, el más fiel colaborador cuando se trata de representar su propio cuerpo, una constante en el quehacer artístico de esta pintora habanera durante el último decenio.
Graduada de la Academia de San Alejandro en 1986, se licenció más tarde en artes plásticas en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. A ambos sitios regresaría para ejercer la docencia, una práctica que mantuvo hasta el año 2003.
Ante una figuración femenina hecha por una mujer, una siempre se pregunta si la artista toma como punto de partida una foto, un video... o si ella misma ha servido para tales propósitos.
«Cuando tengo muy preciso lo que quiero expresar comienza el proceso de búsqueda de imágenes: pueden ser fotos de revistas, otras veces me apropio de la iconografía renacentista o de la particular expresión de una modelo de Vermeer, lo transformo todo de acuerdo a mi interés, pero por lo general parto de mí misma. Trabajo con la cercanía de un espejo colgado a la pared, por lo que tengo mi propia imagen siempre como referencia».
Cuando se le conoce, se puede confirmar que Alicia tiene evidentemente ascendencia asiática. Sus abuelos maternos eran coreanos. Ella confiesa que en su pintura minuciosa y reveladora del gusto por el detalle, no existen vínculos –al menos de manera consciente– con tales antecesores de aquella lejana región. Tal vez estén en sus genes, digo yo.
«Lo que más me gustaba de niña era dibujar... En mi mundo infantil, no tenía idea de lo que significaba ser una artista, sólo sentía que todo mi ser me llevaba a ello, a hacer y recrear figuras con mis manos. Dibujaba en cualquier lugar, en cualquier soporte, con cualquier material; mi mayor goce era mirar láminas e ilustraciones de los libros, las reproducciones de los grandes maestros de la pintura. Pienso que desde ese momento empecé a madurar mi sensibilidad a través de la percepción y la observación. A los cinco o seis años mis padres me regalaron una hermosa caja que contenía 14 lápices de colores,  todavía la recuerdo, como también recuerdo el especial olor de la madera de aquellos lápices...»
Alicia tiene en su haber más de una decena de exposiciones personales en Cuba y México, así como un número mayor de colectivas, no sólo en espacios cubanos y mexicanos sino también norteamericanos. Obras suyas forman parte de colecciones privadas en España, Italia, Francia, Corea, Japón, Puerto Rico, México y Estados Unidos.
Una de aquellas muestras individuales, incluso, llevó el sugestivo título de «La tiranía del cuerpo», que fuera expuesta en la galería Concha Ferrant, de Guanabacoa, en 1999. «El gusto por lo figurativo lo he tenido siempre. Durante mis años de estudiante mis asignaturas favoritas eran anatomía artística y dibujo; a través de ellas canalizaba mi deseo de conocimientos y expresión que pronto se concentró casi exclusivamente en la figura humana. En los comienzos sólo era algo genérico, el ser humano dando sentido y particularizando determinados ambientes; ya en etapas posteriores, como lógico resultado de un devenir creativo sumado a experiencias y vivencias personales, es cuando comienzo a situar la figura femenina como eje central de mi discurso. Sobre ella articulo toda (o casi toda) mi propuesta en sus diferentes vertientes expresivas: el dibujo, la pintura y, cuando se me ha brindado la oportunidad, la ilustración».
 
Tomado del Breviario de la edición inmpresa de Opus Habana, Vol. IX, No. 3, 2005.
 
María Grant
Editora ejecutiva de Opus Habana.

Comentarios   

Roberto Rodriguez
0 #1 Roberto Rodriguez 07-08-2010 18:58
El estilo creatividad y armonía en los colores crean en su obra una singular belleza que despierta el interés. me gustaría saber el precio promedio de sus pinturas y donde puedo conseguir alguna.
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