Un espacio ideal para sus características, encontró la exposición «SOS: Amor por la vida» de Iris Leyva, en el vestíbulo de la sede de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, donde quedó abierta al público desde hoy viernes. Al inaugurar la muestra, que se mantendrá durante todo el mes de marzo, el Dr. Orestes del Castillo, ponderó la obra de esta artista de la plástica cubana, y anunció la jornada a favor de la protección y conservación del medio ambiente que inicia esta institución y que él preside.
La muestra de Iris Leyva es un llamado de alerta a los seres humanos sobre lo que sucederá si continuamos maltratando nuestro entorno. La artista emplea elementos de la flora y la fauna como complementos de la trama principal de sus piezas.

 
 La Fe (2006). Técnica mixta (70 x 45 cm).
La protección del entorno se convirtió en un asunto de supervivencia para todos, cuando en 1972 se celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Once años después, en 1983, la ONU estableció la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Por eso, no resultó extraño que la Asamblea General convocara a la Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo la que, conocida como Cumbre de la Tierra, se celebró del 3 al 14 de junio de 1992 en Brasil. Entonces, el presidente cubano Fidel Castro alertó: «Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre (...) Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo». Considerada un acontecimiento histórico y de gran significado, esta reunión al más alto nivel, desarrolló y legitimó una agenda de medidas relacionadas con el cambio medioambiental, económico y político.
Sin embargo, a siete años de iniciado ya el tercer milenio, con pruebas científicas contundentes acerca de los efectos del calentamiento global sobre el planeta, en el premiado documental La verdad incómoda, el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore tardíamente formula la necesidad de cambiar el rumbo de lo que –tal como se planteó en 1992– puede llegar a ser la mayor catástrofe de la historia del ser humano.
Pero, la actualidad de la defensa del medio ambiente no es la razón para que Iris Leyva le dedique a esta temática la exposición «SOS: Amor por la vida».
En sus primeras pinturas es visible ya la relación entre hombre y naturaleza. Dos buenos ejemplos son las series Hatuey y Guarina, y Alfonsina y el mar, ambas realizadas en los años 80 del siglo XX. Por demás,
 
 No se puede culpar a las estrellas (2006). Técnica mixta (70 x 45 cm).
en la totalidad de su obra los elementos de la flora y la fauna están siempre presentes como complementos de la trama principal.
En La Habana, a principios del presente milenio, tuvimos la oportunidad de apreciar en la muestra «Noche de Mayo», un serio acercamiento a este asunto. Entonces, junto a 19 óleos, ella exhibió varios dibujos a tinta que retomaban la descripción que José Martí hace en su Diario de Campaña de cada una de las plantas que encontró desde que desembarcara el 11 de abril de 1895 en Playitas de Cajobabo, hasta Dos Ríos donde cayó en combate el 19 de mayo de ese mismo año.
«SOS: Amor por la vida» es un llamado de alerta a los seres humanos sobre lo que sucederá si continuamos maltratando nuestro entorno, ha explicado la propia artista. Incluida la instalación son 11 obras de técnica mixta en las que utiliza fotografías y afiches, incluso uno muy común, el de calendario, al alcance de cualquier persona. Según argumenta Iris Leyva, «para eternizar un momento de nuestras vidas en determinados sitios hacemos fotos, las que nos recuerdan lo que queremos proteger».
 
 Es un tiempo absurdo (2006). Técnica mixta (70 x 45 cm).
Algunos cuadros tienen elementos recortados y pegados, de diversos materiales como madera; otros, se refuerzan con dibujos. Se trata de símbolos. Así encontramos el sentido del color; la sombrilla que, en unos casos, nos resguarda de los rayos solares y en otros, cuando aparece invertida, protege el cielo de la contaminación provocada por los humanos. Hay una mariposa atravesada por un alfiler como las que algunas personas guardan en cajitas. Para la pintora, sacrificar este pequeño y frágil insecto representa lo efímero de la vida, de lo que puede destruirse en un instante... Con una efigie de la Virgen de la Caridad del Cobre se patentiza la fe del individuo en lograr lo que quiere, lo que ansía, lo que añora..., precisa.
En sólo una de estas obras –Cuba: no estamos exentos– resulta obvia la referencia al país de Iris Leyva. Porque el mayor recurso de la Isla son sus riquezas naturales: el mar, con sus hermosas playas; el permanente sol, que nutre por los poros; las montañas, los verdes campos... Alienta saber, por ejemplo, que la caña de azúcar es considerada por expertos internacionales como un elemento protector del medio ambiente, ya que, con sus reacciones químicas, atrae el dióxido de carbono (CO2) al funcionar como un absorbente tipo esponja.
Sin embargo, hay mucho que hacer en este sentido. Y en ese camino por andar, a los artistas de la plástica les está reservado un significativo trecho. «SOS: Amor por la vida» se ubica en ese accionar en pro de la supervivencia humana y de la naturaleza.


(Palabras para el catálogo de la exposición «SOS: Amor por la vida», inaugurada el 2 marzo de 2007).
María Grant
Editora ejecutiva de Opus Habana

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar