Pocas capitales del mundo cuentan con un espacio dentro del centro para su crecimiento y desarrollo, con un escenario tan lleno de oportunidades por sus altos valores patrimoniales, culturales y ambientales.

Entre 1990 y 1994 dos pescadores del poblado de Punta Alegre, colindante con Los Buchillones, realizaron hallazgos que cambiaron de forma radical la visión sobre el lugar.

El estudio del sitio Los Buchillones permite conocer la importancia que tuvo el uso de la madera en la vida cotidiana de los aborígenes, a propósito de la muestra de piezas arqueológicas que exhibe, en su Sala Transitoria, el Museo Castillo de La Real Fuerza.

El Museo Napoleónico de La Habana tiene como sede el palacio La Dolce Dimora, que fuera construido entre 1926 y 1929 por los reconocidos arquitectos Evelio Govantes y Félix Cabarrocas. De estilo ecléctico, que alude directamente a los palacios del renacimiento florentino, este inmueble posee una disposición funcional en cuatro niveles, cuyos espacios han sido aprovechados al máximo en aras de la concepción museográfica.