Con exposiciones de artes plásticas, conferencias y presentaciones de libros la cultura francesa toma por una semana La Habana Vieja estrechando sus lazos con el universo sociocultural cubano contemporáneo.
Reproducciones de obras atesoradas en el Museo del Louvre montadas en los exteriores del Museo de la Real Fuerza |
Todavía con la resonancia de la exposición de reproducciones de pinturas pertenecientes al Museo del Louvre, sobre las rejas que bordean el Castillo de la Real Fuerza, a San Francisco de Asís le tocó el privilegio de inaugurar la fiesta de la francofonía el 3 de marzo, con la muestra «Un siglo de historietas francófonas» que congregó plaquetas de 51 dibujantes franceses, suizos y belgas. Con la colaboración de la Alianza Francesa, las embajadas de Suiza y Francia en Cuba, la exhibición incluyó originales de las colecciones del Centro Internacional de la Historieta en Francia y una parte de la exposición «Suiza, país de cómics», auspiciada por la Fundación Pro Helvetia. En las paredes del convento se agolparon personajes de lo mejor del llamado noveno arte, de gran aceptación en Francia, entre los que descollaron los simpáticos Astérix y Obélix.
Los simpáticos Obélix y Axtérix acompañaron a otros legendarios personajes del cómic francófono |
Otros eventos de gran colorido lo constituyeron las exposiciones de artes visuales que tuvieron como escenarios la Casa Víctor Hugo, de plácemes pues también celebró el día 16 sus cuatro años de trabajo promoviendo los valores de la cultura francesa y cubana. La primera fue inaugurada el 6 de marzo, titulada «Siete artistas de Chédigny» compuesta por pinturas y cerámicas pertenecientes a la Asociación Chédigny-Cuba, fundada en 2006 para establecer vínculos culturales, económicos y turísticos entre los residentes de esa región francesa y la Mayor de las Antillas. La muestra se nutrió de obras de los artistas franceses Jean y Anne Luneau, Danielle Cornu, Alain Pluvier, Pierre Guitton, Gérard Marchand y otros.
Una de las fotografías de Joël Laiter sobre la imponente Hauterville House |
Esas directrices estéticas y filosóficas de la vida de Víctor Hugo en esa isla, donde escribió muchas de sus más famosas obras como Los Miserables, fueron presentadas en la conferencia del investigador y profesor universitario Gérard Pouchain. Investigador agregado de la Universidad de Troin, el profesor Pouchain ha dedicado su vida al estudio de la literatura francesa, así como a la vida y obra de Víctor Hugo, por lo que ha sido condecorado con las órdenes al Mérito Nacional y la de Caballero de la Legión de Honor, de las más altas que confiere ese Estado europeo.
También las presentaciones de libros, las conferencias y los conciertos musicales tuvieron su espacio en las celebraciones de esta semana cultural francesa. En la Casa Víctor Hugo sesionaron, entre el 17 y el 19 de marzo, la ponencia «Robert Desnos y Cuba» de Carmen Vázquez, profesora de literatura y civilizaciones hispanoamericanas de la Universidad de Picardi, Amiens y el café literario dedicado a Guy de Maupassant, moderado este último por el profesor Gérard Pouchain. En el Centro Hispano-Americano de Cultura, el 18 de marzo, la profesora Vázquez también dictó una conferencia sobre la presencia de Alejo Carpentier en la Ciudad Luz. En ambas disertaciones resaltaron, además de las conexiones que acercaron a las culturas cubana y francesa desde hace mucho tiempo, la estrecha relación entre distinguidos intelectuales de uno y otro país, entre los que resaltaban Alejo Carpentier y Robert Desnos.
Cubierta del libro de Joannah Pinxteren |
La sala de conciertos de la Basílica Menor y el Oratorio San Felipe de Neri, el 18 y el 21 de marzo, respectivamente, fueron sedes de sendas presentaciones del pianista suizo Michael Thalman, quien con maestría y dominio técnico, repasó monumentos musicales de famosos compositores como Frédéric Chopin, Claude Debussy, Maurice Ravel y Josef Garovi.
Para los amantes de la cultura francesa y universal, esta Semana de la Francofonía que tomó como vórtice los predios del Centro Histórico de la Habana, como siempre, ha sido una excelente oportunidad para palpar de cerca lo mejor del arte, la literatura y el conocimiento del mundo francófono, tan cercano lingüística, histórica y culturalmente con las raíces hispanas de nuestra nacionalidad, así como el privilegio de intercambiar experiencias y estéticas que, a pesar de la lejanía geográfica, demuestran el común equilibrio entre talento y universalidad.
Rodolfo Zamora Rielo
Redacción Opus Habana
Redacción Opus Habana