La donación de una maqueta de la Basílica Menor, la exposición «Maestro, por favor, no se mueva» y el III Festival Leo Brouwer de música de cámara, son algunas de las acciones culturales encaminadas a celebrar el aniversario 17 de la sala de concierto de San Francisco de Asís.

Salida de las manos del artista puertorriqueño Alberto Rodríguez, la maqueta de la Basílica Menor tiene 20 pulgadas de alto, 15 de ancho y 32 de profundidad.

El artista puertorriqueño Alberto Rodríguez donó su obra más reciente, una maqueta de la Basílica Menor de San Francisco de Asís, a propósito del aniversario 17 de la inauguración de este inmueble como sala de concierto. En un sencillo acto en la mañana del 4 de octubre en el Claustro Norte del otrora convento franciscano, el autor de la obra expresó: «Cuando arribé por primera vez a Cuba, en ocasión de la Feria Internacional de Artesanía FIART 2001, quedé sumamente impresionado por la grandiosidad de la arquitectura habanera, en particular de la belleza barroca de la Basílica del Centro Histórico».
Desde entonces, Alberto Rodríguez visitó en varias ocasiones La Habana con el objetivo de documentarse sobre el inmueble de sobrados valores patrimoniales, mediante la búsqueda gráfica en archivos. En tal empeño contó con la colaboración del ya fallecido historiador boricua Ricardo Alegría y de Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana. Tras un minucioso estudio de antiguas y actuales fotografías de la edificación asumió el reto de la confección de la maqueta en febrero del año en curso.
El artista confesó que la mayor dificultad de la obra radicó precisamente en la reconstrucción histórica del ábside, el crucero y cúpula del inmueble, destruidos en 1846 por el evento climatológico conocido como el Cordonazo de San Francisco. Terminada en Puerto Rico, la maqueta fue desarmada en tres secciones y transportada hacia la capital cubana. En La Habana fueron concluidos algunos detalles para ser ensamblada el domingo 2 de octubre. Realizada en cerámica escultórica, barro blanco y cobre sobre una base de madera solida, tiene 20 pulgadas de alto, 15 de ancho y 32 de profundidad.
En las palabras al Catálogo de la exposición «Alberto Rodríguez. Añoranzas Arquitectónicas: un pueblo… un recorrido», exhibida en sala La Princesa, San Juan, Puerto Rico, el 27 de mayo de 2004, Héctor L. Ramos hace suyo el criterio del Dr. Abniel Marat cuando asegura: «Con sus ojos inmensos, este escultor del barro, escruta el tiempo. Tiene la virtud de los cíclopes: nada se le escapa a su mirada totalizadora. La tejas, los arcos de medio punto, los soles truncos, los enrejados del balcón, las torres y los campanarios de nuestras antiguas parroquias, los azulejos y las fuentes del patio… nada se le escapa a sus manos prodigiosas». Mas adelante, el propio Ramos añade sobre el artista nacido en Comerío el 10 de octubre de 1965: «En Alberto Rodríguez, encontramos al escultor de la ternura, al rescatador de la memoria de un pueblo, al poeta de la nostalgia y al hermano en el amor patrio».
Otras acciones culturales han tenido lugar con motivo del 17 aniversario como sala de concierto de la Basílica Menor de San Francisco de Asís. El sábado, primero de octubre, quedó inaugurada en horas de la tarde la muestra personal «Maestro, por favor, no se mueva» del joven artista Amaury de Jesús Palacio Puebla.
A disposición del público durante todo el mes de octubre en la planta baja del Claustro Norte de San Francisco, la exposición agrupa un conjunto de obras (óleo sobre lienzo) que rinden tributo a relevantes figuras de la composición, dirección y ejecución dentro del ámbito de la música de concierto cubana. Ernesto Lecuona, Alejandro García Caturla, Harold Gramatges, Leo Brouwer, Frank Fernández y Zenaida Castro Romeu, integran esta sinfonía de color que, con magistral ejecutoria, imprimen distinción a una modalidad un tanto relegada en las artes plásticas contemporáneas: el retrato.
Cerró la velada el concierto titulado Un holandés errante que, como parte del III Festival Leo Brouwer de música de cámara, se sumó a los festejos por el aniversario de la sala de concierto con la interpretación de obras del propio Brouwer y de Hubert de Blanck.
La Basílica Menor de San Francisco de Asís, luego de un arduo proceso de restauración por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad, quedó inaugurada como sala de concierto el 4 de octubre de 1994, en presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y de Eusebio Leal Spengler.

Imagen superior a la izquierda, algunas de las obras de la muestra «Maestro, por favor, no se mueva». Abajo, imágenes del III Festival Leo Brouwer de música de cámara y de la maqueta de la Basílica Menor de San Francisco de Asís. A la derecha, el artista puertorriqueño Alberto Rodríguez

 

Fernando Padilla
Opus Habana

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar