Como parte del proyecto Rutas y Andares para descubrir en Familia, la Oficina del Historiador de la Ciudad organizó un Andar virtual tras el tranvía habanero, que permitió a los asistentes conocer la historia del popular medio de transporte que recorrió las principales avenidas de la ciudad durante buena parte del siglo XX.

El Andar virtual por el tranvía habanero estuvo acompañado de una considerable cantidad de imágenes y cintas fílmicas de archivos fotográficos y de publicaciones periódicas, como la Fototeca y la Biblioteca Histórica, ambos de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

Como quien llega a una estación de tranvías para recorrer un segmento determinado de la ciudad, el  18 de julio varias familias participantes en el proyecto Rutas y Andares para descubrir en familia arribaron a la Casa de las Tejas Verdes  para andar por la historia de dicho medio de transporte.
A la entrada del recinto, y como sucedía antaño, el conductor ponchó los boletos, dejando así constancia de que las personas asistentes acababan de convertirse en pasajeros de la travesía, que indirectamente había comenzado ya con la recreación del ambiente de la época, impactante no solo por el vestuario del conductor, alegórico al usado por esos empleados hacia la segunda mitad del siglo XX, sino también por el propio ticket, semejante a los billetes de transferencia, que servían para montar en otro coche.
Un tranvía a escala 1:10, «aparcado» en el vestíbulo de la Casa de las Tejas Verdes, confirmó a los pasajeros su pronto abordaje a uno de esos aparatos eléctricos, que entre 1901 y 1950 circularon por La Habana, contribuyendo al desarrollo y expansión de la ciudad al unir el centro de la capital cubana con los barrios de Jesús del Monte, Luyanó, Cerro, Vedado y los nuevos repartos, creados desde el río Almendares hasta la playa de Marianao, conectados todos a través de una telaraña vial de 142 km.
La creación de la maqueta estuvo a cargo de Lázaro García Driggs, quien condujo el Andar por el tranvía habanero junto a Zenaida Iglesias y la artista Yanela Ruano, autora de la veintena de lienzos de pequeño y mediano formato expuestos, que convirtieron en un paradero al tradicional espacio dedicado a la arquitectura y el diseño interior.

El Andar virtual tras el tranvía habanero incluyó la ambientación de una estación, donde las familas participantes fueron recibidas por un «conductor» de ese medio de transporte (imagen derecha), vestido a la usanza de la época, como se muestra en la imagen izquierda, tomada el 29 de abril de 1952 a José García, motorista del tranvía número 388 de la línea  Príncipe-Avenida del Puerto (P-2), último que circuló en La Habana.

La sala de conferencias del segundo piso fue el lugar desde el cual partió el viaje imaginario, que permitió a los presentes conocer la historia de ese medio de transporte desde su introducción en Cuba (en la segunda mitad del siglo XX), así como su evolución, primero como carros tirados por caballos, después especies de vagones movidos a vapor por locomotoras, y finalmente por un mecanismo eléctrico, que otorgó al tranvía mayor velocidad.
Además de referirse a estos aspectos, Iglesias narró algunos pasajes de su vida personal, muy ligados a la historia del tranvía: su padre y abuelo fueron maquinistas. 
El Andar virtual incluyó una considerable cantidad de imágenes y cintas fílmicas que trasladaron a los andantes a La Habana de la década de 1940. Obtenidos en diversos archivos fotográficos y de publicaciones periódicas, como la Fototeca y la Biblioteca Histórica, ambos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, muchos de los materiales sirvieron también a García Driggs como fuente de consulta para conformar la maqueta localizada en el vestíbulo de la Casa. «Es una pieza que comencé a idear cuando apenas tenía 15 años, motivado por las vivencias de mi padre como conductor de tranvía», expresó al explicar las características de la obra que reproduce un modelo de ocho ventanillas de doble techo. Realizada completamente con material plástico, la pieza reproduce la carrocería del tranvía, además del sistema mecánico, incluidos el eléctrico y de frenaje. «Aunque no es la primera maqueta que realizo, sí es la más lograda desde el punto de vista profesional debido al nivel de detalle alcanzado», agregó.

Realizado en la Casa de las Tejas Verdes, el Andar virtual tras el tranvía habanero incluyó la intervención de Lázaro García Driggs (imagen derecha), creador de la maqueta de un tranvía, a escala 1:10, exhibido en el vestíbulo de la Casa; además de Yanela Ruano, creadora de los lienzos expuestos en la Casa, y Zenaida Iglesias, estudiosa de la historia de los tranvías en Cuba (de izquierda a derecha, en la imagen superior izquierda).

Antes de concluir, varios participantes, devenidos pasajeros expresaron sentirse satisfechos por el recorrido. Especial resultó la intervención de los adultos mayores, quienes conmovidos al recordar La Habana de su infancia y juventud, compartieron con los presentes recuerdos de sus andares en el tranvía habanero.

Celia María González
Opus Habana

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar