Destinado a la ceremonia del té, un simple cuenco de cerámica Raku resume el espíritu de sobriedad distintivo de la cultura japonesa, y deviene representación minimalista del orden cosmogónico universal.
 «Una ciudad, sin embargo, a la vez que consiste en los lugares donde el cariño nos envuelve, siempre es algo más. Ese algo más, ¿qué era?», se pregunta el autor de Lo cubano en la poesía en este viaje veloz a través de sus vivencias habaneras.
 Acerca de la portada que –por mandato del capitán general Miguel de Tacón– se añadió al Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad, como parte de la restauración realizada en 1834.
 La abundante presencia de esta alfarería en el Centro Histórico reafirma el carácter cosmopolita de la Villa de San Cristóbal de La Habana, llamada a ser desde 1561 punto de encuentro de las Flotas de tornaviaje a España; refugio, descanso y aderezo de las naves antes de desembocar en el Canal Viejo de Bahamas con los alisios a popa.