La Asociación Internacional de Arqueólogos del Caribe (IACA) y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana convocan al XXIII Congreso Internacional de Arqueología del Caribe. Previsto para sesionar en el Palacio de las Convenciones de la capital cubana, del 19 al 26 de julio venidero, en el evento podrán participar arqueólogos y profesionales que investigan la temática de la arqueología.
 El artillero naval llegó a ser un personaje clave en el accionar de los navíos de línea, en especial del Santísima Trinidad, el mayor de su tiempo y más artillado con 140 bocas de fuego. En los campos de batalla marítimos no bastaba con tener a bordo una bien dotada santabárbara, o el efecto intimidante de elevar una centena de portas, el elemento decisivo, sin lugar a dudas, era la preparación del artillero.
 Los navíos de la Real Armada , San Carlos, San Hermenegildo y Príncipe de Asturias fueron construidos en el Real Arsenal de La Habana en las postrimerías del siglo XVIII. Su realización tuvo como modelo el Santa Ana, bajel de 112 piezas de artillería delineado por el ingeniero naval y director de Marina, José Romero y Fernández de Landa.
 El Santísima Trinidad no solo llegó a ser el mayor navío de su tiempo sino también el más artillado con cuatro baterías. En la batalla de Trafalgar, 140 piezas asomaron en portas y amuras. De igual manera fue necesario dotarlo de una impresionante Santabárbara capaz de alimentar con variados proyectiles y pólvora aquellas sedientas bocas de fuego que, en más de una ocasión estremecieron las carlingas de los bajeles de la Royal Navy.