Serigrafías de importantes artistas cubanos fueron expuestas hace unos años en la exposición «Una huella en el tiempo», a propósito del aniversario 18 del Taller de Serigrafía René Portocarrero. La muestra evidenció además la profesionalidad de los impresores de allí, quienes no se detienen ante los posibles obstáculos a la hora de llevar el arte de aquellos «a otro soporte que, por lo común, es la cartulina».
 La publicación de un volumen como Escultura en Cuba siglo XX constituye un aporte sustancial a nuestro arte escultórico. Un libro así viene a llenar un gran vacío informativo, posible gracias a la laboriosidad de su autor, el investigador José Veigas, y a la participación de la Fundación Caguayo y la Editorial Oriente en la fase de hacerlo realidad. Desde el 2005 circula «este vital empeño historiográfico».
 En el arte de Alicia de la Campa la figura femenina constituye el centro de sus producciones pictóricas y lineales, y el espejo es «el más fiel colaborador cuando se trata de representar su propio cuerpo, una constante en el quehacer artístico de esta pintora habanera durante el último decenio».
 Convencido de que «cada obra debe ser una realidad nueva dentro de la expresión artística», Ernesto García Peña es un pintor sui géneris. Toda su creación transmite un peculiar sentido de levedad, una verdadera poética de lo sutil.