La ejecución de la Lonja del Comercio de La Habana se inició en 1907 y para ella se contrató a la compañía norteamericana Purdy & Herdenson. El costo del edificio ascendió a 800 mil pesos, toda una fortuna para la época. Su fachada principal se enfatizó con un cuerpo central, formado por un pórtico de tres arcadas que daban acceso al gran vestíbulo central,  el cual conducía a la escalera principal, los ascensores y servía para la entrada y salida de carruajes.
 Tras haberse cumplido el sesquicentenario del observatorio meteorológico, geomagnético y astronómico del Real Colegio de Belén (1858), se acrecienta el significado histórico de ese otrora centro científico, en uno de los más importantes conventos de La Habana intramuros.

 En homenaje al Día Internacional de los Museos y al V Encuentro Iberoamericano de Museos y Centros Históricos, proponemos este artículo sobre la institución de la Comisión de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos y Artísticos Habaneros que, bajo la presidencia del Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, respondió «no al capricho o la ocurrencia de un gobernante, sino que viene a satisfacer una necesidad sentida muy hondamente por nuestras clases más cultas, en particular, y por los habaneros que de veras aman su ciudad capital, en general».

 Testimonio de la hermandad entre las patrias de Juárez y Martí es el libro La Casa de México en La Habana presentado el viernes 17 de abril de 2009 en esa institución. En una cuidada edición, conmemorativa por los 20 años de fundada esta Casa-Museo, el volumen recorre los años de trabajo y de fortalecimiento de los vínculos históricos y culturales entre dos pueblos que son, como escribe Eusebio Leal Spengler, «hijos de la esperanza y de la promesa, de una civilización que en un momento de especial lucidez fue bautizada por José Vasconcelos como “raza cósmica”».