Pegada a la antigua muralla defensiva, la casa donde nació José Martí resume los esfuerzos de varias generaciones porque el recuerdo del Maestro sea imperecedero.
 Ya no resulta difícil imaginar las procesiones, enterramientos y demás solemnes ceremonias religiosas que pudieron sucederse en el interior de estos otrora iglesia y convento. Edificado a la orilla del mar por los frailes franciscanos, este recinto ha recuperado su sacralidad de antaño para convertirse en majestuoso templo del arte.
 Como parte del proceso de restauración y revitalización del Centro Histórico, esta institución se inserta en la estrategia global para el rescate del patrimonio histórico-artístico habanero, con el fin de promover las expresiones culturales de origen asiático que desde antaño existieron en la ciudad.
 Una muestra de los trabajos más significativos realizados durante el año 2000 por el Gabinete de Restauración y Conservación (Oficina del Historiador), como parte de sus empeños por rescatar y salvaguardar los bienes patrimoniales muebles, se exhibió en la sede de esa institución, ubicada en la calle Oficios.